Messi-Koeman una relación por cuajar
La conexión entre estrella y entrenador es la llave de la temporada
Hoy mismo, Leo Messi le debería pasar el micrófono a Ronald Koeman. Los dos, el semidiós del barcelonismo y el héroe de Wembley, deberían dar los discursos inaugurales de temporada en el trofeo Joan Gamper que el Barça juega contra el Elche. Serían parlamentos difíciles, sin duda, después del 2-8 en Lisboa, pero también necesarios para la afición después de este sísmico verano azulgrana. No será así. Lo impiden las puertas cerradas de la pandemia. Pero Messi y Koeman seguirán siendo protagonistas muchos más días. De hecho, es posible que, en medio de la tremenda tormenta institucional que rodea al Barça, sean las dos claves del futuro deportivo de un equipo que, por sus últimos resultados deportivos y por la realidad social que le rodea a día de hoy, no entra en la candidatura a nada este curso.
Una imagen dominó por encima de todas el Barça-Girona (3-1) del pasado miércoles. Fue la de Koeman y Messi estrechándose las manos con corrección. Es una escena absolutamente normal, pero llega después de unas semanas que han sido todo menos eso. El 19 de agosto, Koeman fue presentado como entrenador del Barça. “No sé si tengo que seducir a Messi o no”, lanzó de manera interrogante aquel día. Algo sabía el holandés de Zaandam que no podía decir. Se supo sólo seis días después. Poco después de reunirse con el entrenador, con la decisión ya tomada según se supo a posteriori, Messi comunicó que se iba. Fue justo el día después de que Koeman, en una entrevista a la televisión oficial del club, dijese que “Messi encontrará su espacio en la evolución del equipo.”. Durante dos semanas, Koeman se hizo a la idea de que no contaría con Messi esta temporada.
Seguramente por eso ha estado frío con el seis veces Balón de Oro. Lejos de mostrarse absolutamente dócil como Setién, el holandés ha transmitido mensajes profesionales.
El jugador Jefe absoluto durante años, seguirá siendo la referencia del equipo en el césped
El técnico Ha estado correcto pero frío con el argentino y quiere que se respete su espacio
“Lo quiero aquí porque gana partidos”, dijo en la presentación para dejar claro que es un pragmático, pero que tampoco venía a ganarse la amistad del argentino y que lo que sí necesita es conquistar un espacio y cambiar ciertas cosas en el vestuario. Messi, jefe absoluto durante tantos años, lo seguirá siendo en el césped. Ni siquiera ciertas declaraciones que han sentado mal en el vestuario (sus compañeros sintieron como un ataque a su calidad que criticase la política de fichajes del club) virarán su tremenda ascendencia y el gran respeto que produce.
Pero Koeman es jefe, héroe para la afición y quiere su espacio. Si la convivencia va a ser posible después de todo lo que ha pasado, eso sólo lo va a decir el tiempo. En el vestuario también hay expectación por saber si, de una vez por todas, se terminan los privilegios y los jugadores van a ser considerados, aunque sea de manera aproximada, por igual. Los tratos de favor ya estaban mal vistos. Pero Messi no es un cierto jugador, es el más grande de la historia del club. En esa relación Messi-Koeman está la llave del Barça 2020-21.