El Roland Garros más extraño
El torneo se juega en otoño, con techo en la central, luz artificial, 1.000 espectadores...
Roland Garros estrena hoy (11:00, Eurosport) una edición de 2020 extraña, marcada por la pandemia del coronavirus y en unas condiciones que poco tendrán que ver con las que caracterizaron al torneo en sus anteriores 118 celebraciones. En otoño, con un clima frío en el que predominará la lluvia, muy poco público y bolas nuevas, las Wilson que tanto critica Nadal. Son algunas de las novedades del major francés que resumimos en este artículo.
El clima. Por primera vez en la historia, Roland Garros se jugará en otoño. El aplazamiento por culpa de la COVID-19 llevó el inicio de la competición a finales de septiembre y acabará en octubre. Con la primavera ya lejos, se espera una temperatura media de 15 grados y mucha lluvia en París en la primera semana. La previsión dice que el tiempo mejorará pero, obviamente, no lucirá el sol del mismo modo que en mayo y junio.
Controles Los jugadores tienen que hacerse test cada tres o cuatro días
Techo en la Chatrier. El nuevo techo retráctil de la pista central, la Philippe Chatrier, terminó de construirse en febrero y su inauguración tendrá lugar hoy. Con un coste de unos 350 millones euros, la cubierta se compone de 11 alas de 330 toneladas y 107 metros de envergadura cada una. Se cierra en 15 minutos.
Luz artificial. Un total de 12 pistas del complejo de Roland Garros, incluidas la