AS (Catalunya)

El Brexi premia a los rico castiga a los pobr

Las medidas acordadas en el fútbol británico entraron en vigor en el mercado invernal impu a los clubes de la élite ● Por contra, perjudic a los que tienen menos recursos económico

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El Brexit que ha entrado en vigor en Gran Bretaña tiene su extensión a todos los estamentos políticos, sociales y económicos, y el deportivo, el futbolísti­co más concretame­nte, no podía quedar fuera de la ecuación. El Gobierno británico no quiso inmiscuirs­e directamen­te en la materia y dejó el asunto en manos de los tres interesado­s: la Federación Inglesa (FA), la Premier League y la English Football League (EFL), que representa al resto de los clubes profesiona­les (Championsh­ip, League One y League Two).

No fue fácil llegar al complejo acuerdo que ha entrado en vigor el 1 de enero y que se ha aplicado ya en el pobre mercado de fichajes que acaba de finalizar (85,6 millones de euros en fichajes en la Premier). Los intereses estaban enfrentado­s. La Premier, contraria al Brexit, no quería perder ni un ápice del protagonis­mo deportivo y económico ya adquirido y la FA no quería desaprovec­har la ocasión para imponer una normativa que favorecier­a directamen­te los intereses de su Selección restringie­ndo la llegada de futbolista­s foráneos e impulsando lo más posible el producto nacional. En un combate de boxeo se podría decir que el árbitro levantó el brazo de la Premier, pero fue una victoria a los puntos.

Hasta el 31-12-2020, solo los jugadores extranjero­s no pertenecie­ntes a la Unión Europea (UE) estaban obligados a cumplir ciertos requisitos exigidos para ser fichados por los clubes británicos y los de la UE podían fichar libremente sin necesidad de obtener el permiso de trabajo en el Reino Unido. A partir del pasado enero, todos los futbolista­s no británicos (incluidos los de la UE) deberán obtener este visado o permiso de trabajo. Para ello deberán cumplir con un sistema de puntos establecid­o por las Brexit Rules (Reglas del Brexit), que limitan las incorporac­iones.

Todo queda reflejado en una serie de tablas, hasta seis, que regulan las condicione­s que tienen que superar los candidatos para llegar a los 15 puntos exigidos para obtener el permiso de trabajo directamen­te. Los jugadores que sumen entre 10 y 14 deberán someterse a una revisión personaliz­ada de cada situación por el denominado Comité de Excepcione­s, nombrado expresamen­te por la FA para estudiar estos casos.

Cuando se aprobaron estas nuevas normas se dejó abierta la posibilida­d de endurecer la puntuación para próximas ventanas de mercado. Y ya se habla de que se podría subir a los 18 ó 19 puntos para encarecer aún más los requisitos. De ser así los clubes de élite serán los más beneficiad­os al disponer de más recursos económicos y tener acceso a los mejores jugadores.

La selección es lo más importante. En el sistema de puntuación, alcanzan un valor fundamenta­l las participac­iones internacio­nales del jugador, que era ya un requisito que se tenía en cuenta antes del Brexit con los jugadores no comunitari­os. Se contempla el ranking en la clasificac­ión UEFA del país que proceda y el tanto por ciento de partidos disputados con sus seleccione­s. A continuaci­ón, los jugadores que no lleguen a los 15 puntos, tienen otras vías de valoración para sumar puntos.

En primer lugar se tiene en cuenta el número de partidos en

García Pitarch “Buscan una Premier aún más grande. Se hace lo que quieren el Liverpool, el United y el Arsenal”

campeonato doméstico cuantifica­do en minutos. Se divide por categorías. En la banda 1, se incluyen la Premier, la Bundesliga, LaLiga, la Serie A y la Ligue 1. Después se contemplan el número de partidos con su club de origen en el campeonato continenta­l, siempre por minutos de juego; la clasificac­ión en el campeonato doméstico y en el continenta­l y, por último, la clasificac­ión de la liga en el ranking UEFA.

También se establecen limitacion­es en el número de fichajes menores de 21 años: tres en la ventana invernal de la temporada 2020/2021 y seis por temporada, a partir de la ventana de fichajes estival de la temporada 2021/2022 (incluida).

La firma española Senn Ferrero, especializ­ada en el asesoramie­nto integral en la industria del deporte y del entretenim­iento, ha realizado un exhaustivo trabajo sobre el impacto del Brexit en las transferen­cias internacio­nales de futbolista­s extranjero­s. Sus abogados Patricia

Galán y Guillermo Zulategui explican con ejemplos y casos reales la implementa­ción de la nueva normativa.

“Un jugador que haya participad­o con la Selección española (6ª del ranking UEFA) entre un 20 y 29 por ciento de los encuentros obtendrá los mismos puntos, 10, que quien haya participad­o entre el 30 y el 39 por ciento con Alemania (13º) u Holanda (14º); o el 50 y 59 por ciento con EE UU (22º) o Venezuela (28º). En cuanto al rendimient­o del jugador con su club (minutos jugados tanto en las ligas domésticas como en las competicio­nes continenta­les), un futbolista que acumule entre el 40 y el 49 por ciento de minutos en la Champions League o Copa Libertador­es obtendrá los mismos puntos, 5, que uno que juegue entre el 90 y el 100 por ciento en la Europa League o la Copa Sudamerica­na”.

Jesús García Pitarch, exdirector deportivo del Aston Villa (2018-2020), vivió en primera persona la gestación de las nuevas reglas. “Van dirigidas a que la Premier sea aún más grande y ninguna otra Liga la pueda hacer sombra. Con este sistema de puntos solo los más ricos podrán fichar a los mejores jugadores. Habrá menos operacione­s y los grandes perjudicad­os serán los clubes con menos recursos económicos, teniendo en cuenta, claro, de que en la Premier existe una numerosa clase media que tiene un buen valor adquisitiv­o. En la Premier mandan el Liverpool, el Manchester United y el Arsenal. No tragan al Chelsea y al Manchester City por la procedenci­a de su capital y la ostentació­n que han hecho de romper el mercado con sus fichajes”.

Víctor Orta, director deportivo del Leeds, también ha vivido la reestructu­ración desde dentro. “Sobre la marcha se están dando cuenta de que hay situacione­s que tienen que replantear­se. Por ejemplo, si eres juvenil del Real Madrid y vas al banquillo del primer equipo o juegas unos minutos, sumas puntos para poder venir y, sin embargo, si eres un noruego de 18 años que juegas la mitad de los minutos en Primera, no puedes venir. Los grandes perjudicad­os ya son los jugadores escandinav­os, históricam­ente un auténtico semillero de la Premier. Han quedado marginados. Sus Ligas no son poderosas pero el talento de producción de jóvenes es muy alto. Suecia, Noruega, Dinamarca han quedado muy dañados”.

Confiesa que él a partir de ahora tendrá que modificar conceptos en todo lo relacionad­o con las contrataci­ones. “A los que más castiga las nuevas normas son a los clubes que buscan perlas jóvenes todavía semidescon­ocidas. Ahora el mercado se va a dirigir directamen­te a jugadores confirmado­s, consolidad­os. E iba ser mucho peor. Los clubes nos pusimos en armas. Ya va a ser difícil descubrir jugadores en la Segunda francesa o española. Por ejemplo, Mahrez o Adama, ahora no entrarían. En el mercado ahora primarán jugadores titulares en sus clubes, que jueguen competicio­nes europeas y sean internacio­nales con su país. Lo primero que tenemos que hacer ahora los clubes es saber si los jugadores que seguimos cumplen los requisitos que se piden. Ya existe una aplicación que te hace el cálculo. Premia poco el scouting. Perjudica a la Championsh­ip (Segunda) y a la clase media de La Premier, por ejemplo el Leeds. Es un poco clasista. Además de a los países nórdicos, ha matado a las segundas divisiones”

Sin embargo, ahora va a nacer un nuevo caladero. ”Como perspectiv­a diferente ha abierto una puerta a Sudamérica, preferente­mente a Argentina y a Brasil, que antes no mirábamos y ahora veremos si los clubes ingleses quieren explorar al tener el mismo tratamient­o que los europeos. Han adquirido un status nuevo. Se nos abre una nueva vía. La Copa Libertador­es y el Sudamerica­no se equiparan en puntos a la Champions League y a la Europa League”.

Senn Ferrero “Ser internacio­nal y disputar torneos europeos, la llave para poder fichar por un club de la Premier“

■ Los jugadores británicos en España se cuentan con los dedos de una mano: Bale (Gales-Real Madrid) ahora cedido al Tottenham; Trippier (Inglaterra-Atlético de Madrid) y Yunus Musah (Valencia, estadounid­ense de nacimiento pero con pasaporte británico). A día de hoy su situación está regulada por el acuerdo al que llegaron la RFEF, LaLiga y la AFE. “Se mantiene la condición de comunitari­o a los jugadores con nacionalid­ad del Reino Unido e Irlanda del Norte con contrato y licencia vigentes a fecha 31 de diciembre de 2020 y hasta el término de la presente temporada 2020/2021”.

La circular también indica que los futbolista­s con nacionalid­ad británica que sean inscritos a partir del 1 de enero de 2021 serán considerad­os a efectos de inscripció­n, cupos máximos de alineación, como “extracomun­itarios”. El acuerdo tripartito fue elevado al Consejo Superior de Deportes para que mostrara su conformida­d y se pronunciar­a sobre la posibilida­d de que estos jugadores británicos considerad­os como “comunitari­os” lo sigan siendo hasta la expiración de su contrato y sin que quepa la posibilida­d de extenderse por ampliacion­es o prórrogas de los mismos.

Seguimos viendo series por encima de nuestras posibilida­des, las plataforma­s nos clavan un gol tras otro ante la pasividad de nuestras defensas, ávidas de entretenim­iento a cualquier precio. Pero, cuando menos te lo esperas… ¡Bingo! Últimament­e me planteo seriamente cómo habría resuelto los problemas futbolísti­cos del momento el bueno de Ted Lasso. Que el entrenador del AFC Richmond, una mezcla del Michael Scott de The Office y del padre de La casa de la pradera que solo ha adiestrado equipos de fútbol americano de tercera fila, haya conseguido poner el fútbol entre los finalistas de los Globos de Oro es definitivo. Nada puede escaparse a la disección de la realidad de un tipo que no sabe una palabra de soccer pero se ha hecho un hueco en un equipo con más líos que la Lazio de las pistolas, un trasunto del Crystal Palace al que su presidenta despechada quiere descender para fastidiar al cabrón de su ex.

Qué imaginativ­a solución sobre el futuro de Messi daría un visionario que define a los guardameta­s como esos tipos con las manos de Mickey Mouse? En una sociedad en la que, como dice Fran Lebowitz en Supongamos que Nueva York es una ciudad (la otra serie que no hay que perderse para ponerle humor a la próxima derrota de tu equipo) en las subastas de arte se aplaude más el precio final de venta que la obra maestra que se postula, este míster a contracorr­iente trataría de convencer al argentino de quedarse en el Barça ganando (mucho) menos con unas galletas de mantequill­a caseras. Y además le guardaría la copia del contrato al nuevo presidente. Ted Lasso respetaría a Zidane, trataría las lesiones de Eden Hazard con un nuevo enfoque bio de las máquinas de vending de Valdebebas y pondría a Florentino ya Sergio Ramos a construir juntos un Lego del nuevo Bernabéu hasta que llegasen a un acuerdo. Alguien que coloca un buzón de sugerencia­s en el vestuario de su equipo podría incluso convencer a Simeone de que el Atlético es el único favorito de esta Liga. Porque solo un cachondo o un genio iluminado sería capaz de humanizar este fútbol que nos ha tocado vivir.

Podría incluso convencer a Simeone de que el Atleti es el único favorito de esta Liga

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Bruno Fernandes, del United, bate a Pickford, guardameta del Everton, en un partido de la Premier.
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Una escena de la serie Ted Lasso.

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