Gigante mundial
El Hereda San Pablo Burgos conquista la Intercontinental ante el Quimsa argentino ● Benite, MVP de la final ESPAÑA LIDERA EL RÁNKING HISTÓRICO
EI Hereda San Pablo Burgos lo ha vuelto a hacer. Y no deja de ser sorprendente por mucho que haya convertido en hábito dominar finales internacionales. Primero, en octubre, fue la Champions FIBA en el mítico OAKA y ante el anfitrión AEK; y ayer, en Buenos Aires (Argentina), conquistó la Intercontinental, la primera de su historia cuatro años después de ascender a la Liga Endesa y seis desde que reemplazó al Tizona en LEB Oro. La Catedral de Burgos luce hoy un poco más bella gracias a la grandeza de Joan Peñarroya y sus chicos. Es la segunda Intercontinental consecutiva para el baloncesto español que lidera el palmarés con nueve.
Y lo consiguió tras doblegar al Quimsa, que naufragó tras el primer cuarto para luego enderezarse y meter el miedo en el cuerpo en la recta final. El líder de la Liga argentina (22 victorias a su espalda en 26 partidos) se deshizo como un azucarillo entre el primer y el segundo periodo, cuando Thad McFadden y Vitor Benite dijeron basta. Del 20-23 al 20-36 todos los puntos fueron suyos: 8 del estadounidense (14 al descanso, 16 al final) y 5 del brasileño (11 y 19 totales), que ya guarda dos Intercontinentales en su mochila y el MVP de esta final.
Un cañonazo que también se forjó desde la defensa, de hierro y activa, que dejó seca a la
Fusión durante esos seis minutos de despegue (del 8 al 14), la clase magistral de Cook en la dirección y en el pase (5 asistencias en 9 minutos) y la buena mano desde el perímetro en 20 minutos: 8/15 con un 3/3 impoluto de Benite. Los argentinos, por contra, se ahogaban desde el perímetro, con solo 3 aciertos de 19 intentos. Demasiado peso en los tobillos y el marcador al descanso lo reflejaba: 32-56 por el parcial de 12-31 del segundo cuarto.
El jaque mate era un hecho, siempre que el San Pablo no se boicotease a sí mismo... Y se empeñó en hacerlo. Tanto que estuvo cerca de tirar a la basura todo el trabajo hecho. Los últimos 20 minutos fueron un calvario. Segundo a segundo, el Quimsa crecía de la mano de un extraordinario Brandon Robinson: anotó 13 de los 23 tantos de su equipo en el tercer cuarto. Y los de Sebastián González dieron un buen mordisco a una diferencia que se redujo a la decena (57-67) a comienzos del último periodo. El Hereda comenzó a temblar y nada entraba. Muchos tiros, muchos fallos, y la intensidad atrás caía a plomo hasta sentir a su rival mordiéndole los tobillos (70-75, min. 38). Finalmente, todo quedó en un susto y el Burgos es campeón mundial.
La Intercontinental se ha disputado en 29 ocasiones con un claro dominador: Europa. Los equipos del Viejo Continente tienen 13 campeones diferentes con 21 títulos, mientras que los americanos presentan 6 (dos de ellos de Estados Unidos, Akron Wingfoots y Maryland Terrapins) y 8 copas (4 para los norteamericanos, 3 y 1). España es el primero en el ránking con un total de nueve Intercontinentales gracias a la conquistada ayer por el Hereda San Pablo Burgos, que sucede al Lenovo Tenerife como campeón. Los canarios tienen dos, una más que el Barcelona (1985) y tres menos que el Real Madrid con cinco: la última en 2015 ante el Bauru brasileño.
Palmarés Los castellanos suman su segundo título tras la Champions
EI Barcelona se dio una vuelta por Miribilla antes del primer gran objetivo de la temporada: la Copa del Rey. No tuvo piedad con el colista. Fue haciendo lo habitual, madurar el partido y lanzarse como un lobo a por la presa a partir del descanso. Llegaba tras un inicio de 2021 impecable y el hipo ante el Efes, así que no estaba para bromas. Higgins y Abrines descansaron en casa.
Entre las dos posibilidades que podía elegir Mumbrú con el Bilbao Basket, esto es proponer un partido bajo llave a tanteo bajo o ir con pecho descubierto a mucho ritmo y puntos como la lluvia en un día de inundaciones, eligió lo segundo. El equipo aguantó el tipo durante la primera parte, pero luego se quedo extenuado.
Los favoritos para la Copa suelen comparecer en la jornada previa con un sentimiento doble. Hacen el gasto justo, no arriesgan con posibles lesiones y realizan los últimos ajustes. Pero también se trata de ganar a toda costa, para no llamar a la puerta de la cita de febrero con un golpe en la cara. El Barça cumplió ese guion. Davies, Hanga y Bolmaro destacaron. Mirotic solo tuvo que estar en la cancha 18 minutos, los chavales acabaron en pista.