Llorente un año de goles y gloria
El centrocampista marcó el 14 de febrero de 2020 su primer tanto con el Atlético y su rol en el equipo ha dado un giro de película desde entonces
La vida de Marcos Llorente ha dado un vuelco total en solo un año. El ‘14’ celebró San Valentín tras mantener su idilio con el gol ante el Granada, donde después de comenzar como carrilero derecho, fue subiendo su posición hasta acabar siendo la pieza determinante en el triunfo con su octavo tanto del curso, siete de ellos en LaLiga, y dando el balón que supuso el 1-2, lo que le sitúa como el máximo asistente del equipo con siete pases.
Unas cifras extraordinarias e impensables un año atrás. El 14 de febrero de 2020, Llorente se encaminaba en Mestalla a su tercera titularidad consecutiva en LaLiga, comenzando ya a ganar presencia en los onces de Simeone tras un inicio de temporada con muy poca partipación. Lo hacía soprendiendo como interior derecho, una posición más avanzada a la de pivote para la que se le había incorporado desde el Real Madrid. A los quince minutos se hizo con un balón rechazado en el área para superar con habilidad a Jaume y lograr su primer gol con la camiseta del Atlético. paso atrás para ayudar a Koke en el centro del campo regresando a un juego más posicional. La temporada pasada, tras su gran noche en Anfield, las lesiones en el equipo le llevaron a jugar de delantero. Quizá su posición idea sea la de centrocampista tirado al perfil derecho con libertad en ataque.
Un estreno goleador como rojiblanco y también su primer tanto en LaLiga después de no haber conseguido ver puerta en sus tres temporadas en el primer equipo del Real Madrid (hizo uno en Copa y otro en el Mundialito de clubes) ni en su cesión en el Alavés. En esas cuatro temporadas al máximo nivel siempre había ocupado una función de trabajo oscuro, mucho despliegue en el centro del campo cubriendo la espalda a sus compañeros y sin aparecer cerca del área rival. Pero Simeone vio una cualidades que se podía magnificar jugando en ataque, por fuerza, velocidad, inteligencia en el desmarque y una gran definición, tanto desde dentro como fuera del área.
Desde aquella noche en Mestalla, Llorente ha conseguido 13 goles y 13 asistencias y su crecimiento no tiene techo. Recién cumplidos los 26, es uno de los grandes argumentos de un Atlético con derecho a soñar. Internacional en la última lista de la Selección española, Llorente ya suma más de 2.000 minutos este curso (2.021). Un premio al trabajo, al inconformismo, a la capacidad de adaptación y al crecimiento de un jugador que en año ha visto cómo su vida y su rol en el equipo ha dado un giro de película. “Me gustaría buscar las imágenes de Marcos entrenando cuando ni siquiera iba convocado, donde en los entrenamientos marcaba muchos goles, y bromeábamos diciendo que iba a tener que jugar más arriba... Le pusimos de delantero y ahora estamos regulando la posición: creo que como interior es donde se encuentra más a gusto”, señaló Simeone en Granada.
Cambio El Cholo vio en él crecimiento ofensivo y adelantó su posición
Sin techo Desde ese día ha marcado 13 tantos y dado 13 asistencias