Cuentas pendientes con el ascenso de fondo
El Espanyol quiere aumentar su ventaja con el Leganés
Como un “compañero de viaje” definió ayer Vicente Moreno al Leganés, inmersos ambos en el ascenso. Hace un año luchaban por no bajar a Segunda.
El mito de Sísifo, tan presente en la historia perica, burla el confinamiento comarcal impuesto en Cataluña para personarse en el RCDE Stadium. Para poner a prueba a un Espanyol que vuela en las últimas jornadas desenfrenado hacia Primera, pero que ve en su rival de hoy algo más que un monstruo del Leganés que viene a verle; y para tentar el equilibrio de una escuadra pepinera que aún está a tiempo de liberar su mochila y auparse hasta el ascenso directo.
Las cuentas para subir, en dos equipos diseñados para ese fin, pasan por estos tres puntos en un encuentro con otro tipo de cuentas: las pendientes. Sienten en el Espanyol, incluso lo reconocen públicamente (“queremos la revancha”, expresó Calero el viernes), que el Leganés ha marcado algunos de sus momentos más grises, como el incontestable 2-0 de la primera vuelta o el 0-1 del año pasado en Cornellà, que apuntilló el descenso perico.
Remarcable es la cita para todos los pericos. Y, entre los jugadores, especialmente para Cabrera, quien regresa tras cumplir sanción, para un Raúl de Tomás que viene anotando a pares, para un Embarba que pudo ser pepinero en 2015 y que ahora se erige en máximo asistente del fútbol español y para Dídac o el jovencísimo Omar: uno de los dos ocupará la vacante de Óscar GIl, que se luxó el hombro hace siete días en Albacete.
También en el lateral diestro nacen las dudas de Garitano,
quien pierde a Palencia y tiene tocado a Bustinza, por lo que deberá escoger entre Tarín o el exespañolista Rosales, quien ya no es aquel lateral profundo que contribuyó a que el Espanyol regresara a Europa en 2019. No hace ni dos años, pero ha pasado un mundo. Sísifo es implacable con su mochila. Hoy puede liberarse en parte.