Me dolió mucho que en esos momentos ninguno de mis compañeros del Madrid me respaldara” “La primera ficha nos la teníamos que repartir mi hermano y yo, 75.000 pesetas para cada uno” “Bielsa en el Espanyol me ponía donde le faltaba alguien. Acabé jugando y
■ La carrera como jugador de Helguera se refleja en sus dos Champions, tres Ligas, una Copa, una Intercontinental, dos Supercopas de España, una de Europa. En sus dos Eurocopas y un Mundial con la Selección, pero en ese trayecto vivió momentos menos felices que ahora le inspiran.
—De eso sé bastante desde jovencito. Me gustaba tanto el fútbol que por mucho que me pudiera pasar no me rendía. Era tanta mi pasión que al final llegué donde quería llegar: jugar en el Madrid y en la Selección. Siempre creí en mis posibilidades.
—Usted se ve sin equipo con 18 años.
—Del Racing me echan con esa edad y para seguir jugando tuve que bajar dos categorías. Jugué en el Revilla, en Preferente. Cuando llegué iban séptimos y acabamos segundos y ascendimos. Entonces era delantero y metía muchos goles, pero pocos equipos de Cantabria se interesaron por mí. Me fui a probar con el Valladolid pero no me salieron bien las cosas en la prueba y me tuve que volver para Santander.
—Volver a la casilla de salida. —Me fui con mi hermano a probar al Manchego. De Santander a Ciudad Real. Probamos y se querían quedar con mi hermano, pero no conmigo. Mi padre les dijo que o nos quedábamos los dos o volvíamos los dos. Nos quedamos, pero teníamos que repartir el sueldo porque solo había para uno. Eran 150.000 pesetas, con lo que eran 75.000 y no nos daba para llegar a final de mes. Malvivíamos. Lo hicimos tan bien que subimos a Segunda B (95-96). Nos subieron a 150.000 cada uno. Jugué allí hasta diciembre que García Remón me fichó para el Albacete, ya era Segunda. Me hicieron contrato profesional, 300.000 pesetas. Mi hermano se quedó en el Manchego.
—Su padrino entonces fue García Remón.
—Sí, destaqué bastante en el Albacete y él comenzó a hablar con el Madrid. Era muy amigo de Camacho que estaba en el Espanyol y también me comenzó a seguir. Me operaron del menisco y solo jugué 14 partidos. Nunca quedé bien del todo de aquella lesión.