AS (Catalunya)

El reto de Estambul

Roberto Íñìguez, mejor técnico del año, afronta su séptima Final Four en nueve años y con cinco equipos diferentes

- RAQUEL G. SANTOS

El Perfumería­s Avenida vuelve a la Final Four de la Euroliga una década después y lo hace en el estreno de un técnico acostumbra­do a terminar entre los cuatro primeros. Roberto Íñiguez levantó la Euroliga en 2012 con el Ros Casares. El vitoriano, que acaba de ser elegido mejor entrenador del año por tercera vez, disputará su séptima Final Four (en nueve años), una cita a la que ha llegado con cinco equipos (Ros, Fenerbahçe, Nadezhda, Sopron y Avenida). “No sé cuál será el secreto, a lo mejor que siempre intento hacer mi mejor trabajo y me he adaptado a los equipos en los que he estado”.

Íñiguez no será el único técnico español en Estambul. Por cuarto año consecutiv­o serán tres, porque también están Víctor Lapeña (Fenerbahçe) y Miguel Méndez (Ekaterimbu­rgo). “La clave es el trabajo, nuestra cultura de baloncesto, lo que nos han enseñado los mayores, el querer ser mejores...”.

Aunque le hubiera gustado llegar mejor a la Final Four, ha intentado “afilar la sierra, con cuidado de que no se rompa”: “Llevamos toda la temporada centrándon­os en el día a día”. Por lo tanto, ahora sólo existe Sopron (20:00, Tdp). La clave para el Avenida está en no perder su esencia. “Somos un equipo al que le gusta jugar en toda la pista, que intenta mantener un ritmo alto, que le gusta presionar el balón... Eso nos convierte en un equipo porculero. Es nuestra identidad y es importante no perderla”.

El Avenida llega a la Final Four con un balance de 40-2 y sin ningún tropiezo europeo. “Me fijo poco en eso . Me preocupa más la opinión de mis jugadoras, la conexión con mi staff, el trabajo del día a día...”. Insiste en que “no hay baloncesto masculino y femenino, sólo baloncesto en mayúsculas” y que se mueve “por retos”. “Para mí fichar por Avenida lo era. No he venido por un tema económico, he ganado más dinero antes. En Sopron me ofrecieron un contrato vitalicio. Otro lo hubiese cogido, pero en la vida hay que ir hacia adelante para mejorar”.

Compañero de pupitre de Pablo Laso, Iñiguez recuerda sus años en el San Viator. “Pablo era talento puro y va a ser imposible que alguien iguale lo que está haciendo en el Madrid”.

Entrenar. Tras poner punto final a su carrera como jugador (Valencia, Baskonia, Murcia, Granca...), tuvo que decidir qué hacer. “Quería alejarme del baloncesto para ver si lo echaba de menos. Y empecé a hacerlo muy rápido”. Entre aquellos que más le han influido, dos nombres: Iñaki Iriarte y Miki Vukovic. “Iñaki marcó la diferencia. Con 18-19 años me hizo entender que el baloncesto tenía que ser mi vida. De Miki, me quedo más con los parámetros personales que con los profesiona­les, aunque en Valencia hablamos mucho de baloncesto. Era una figura extraordin­aria y me sigo emocionand­o cuando lo recuerdo”.

 ??  ?? Roberto Íñiguez habla con sus jugadoras. De izquierda a derecha, Katie Samuelson, Marica Gajic, Andrea Vilaró, Bella Alaire, Tiffany Hayes y Silvia Domínguez.
Roberto Íñiguez habla con sus jugadoras. De izquierda a derecha, Katie Samuelson, Marica Gajic, Andrea Vilaró, Bella Alaire, Tiffany Hayes y Silvia Domínguez.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain