El Alavés necesita los puntos ante un Levante sin presión

Los albiazules, cerca del abismo

EI partido ante el Levante de este mediodía en Mendizorroza es una auténtica final para el Alavés. Especialmente, tras el fiasco de la semana pasada ante el Eibar en Ipurua. Los vitorianos suman sólo 31 puntos, los mismos que el Valladolid, y se encuentran a uno de los puestos de descenso. Luego les quedará visitar al Elche, recibir al Granada y jugar en el campo del Sevilla para terminar la temporada. No hay margen para especular.

Siguen lesionados Ely, Córdoba y Javi López. También Burgui, aunque no contaba para el nuevo entrenador. Pellistri y Duarte, sin embargo, sí llegan a tiempo para jugar la trascendental semana ante cuatro rivales de diverso pelaje. Los partidos de Mendizorroza hay que ganarlos sí o sí y luego tratar de rascar algo en cualquier desplazamiento. Con 37 o 38 puntos se puede librar. Y el Alavés, en el año del Centenario, ansía la permanencia.

Lo normal es que los de Calleja demanden la posesión del balón, lleven la iniciativa y, tras intentar superar a sus rivales en la medular, intentarán desbordar por banda o con balones directos para encontrar a Lucas y Joselu como referentes ofensivos. Numerosos comercios, instituciones y, en general, aficionados, han engalanado sus balcones y ventanas con banderas del Alavés para tratar de dar un último empujón a un equipo que va justito.

El Levante llega a Vitoria de capa caída. El conjunto de Paco López ha perdido los cuatro últimos encuentros, igualando la peor racha de derrotas del técnico de Silla desde que tomó las riendas del primer equipo. Desde la eliminación copera, con una única alegría en el derbi valenciano, los granotas navegan sin rumbo.