Newcastle vive un s
AS visita la ciudad tras la irrupción saudí ● Se ha triplicado la venta de productos y camisetas ● Habrá llenazo el domingo ante el Tottenham
En la Universidad de Newcastle tuvieron un descenso del 9% de postgraduados extranjeros en el año 2009. Sin entender muy bien los motivos, unos analistas comenzaron una investigación que les llevó a una conclusión unánime: el descenso del Newcastle de la Premier League se había llevado de la mano a muchos de sus jóvenes inmigrantes, una muestra inequívoca de la férrea conexión que existe entre el club de fútbol y la economía de la ciudad.
Aquella fue la primera de las dos veces que las urracas pisaron la segunda división de la mano de Mike Ashley –la otra, en la temporada 2016/17, también subieron al primer intento con Rafa Benítez en el banquillo–, que la semana pasada vendió el club estando en la penúltima posición de la clasificación sin haber ganado en las primeras siete jornadas.
Se espera un lleno absoluto cuando el Newcastle reciba al Tottenham en St. James’ Park este domingo: en descenso, sin ganar, pero rodeado de todos sus hinchas. Comienza una nueva era. Los aficionados del noreste de Inglaterra han recibido con los brazos abiertos la noticia de la compra del 80% de las acciones por parte de PIF, en manos saudíes.
En la tienda oficial del estadio han comprobado de primera mano el impacto de la nueva realidad del Newcastle. En apenas unos días han triplicado las ventas habituales de merchandising y han pedido material extra para afrontar el fin de semana.
La talla M de mujer de la primera equipación está completamente agotada. Además, temen por la disponibilidad de las tallas grandes masculinas, que agrupan hasta la 4XL y 5XL en un mismo mostrador. Su protagonismo no es menor en un día de partido donde se espera llenar el aforo de la tienda: el noroeste de Inglaterra es la región con mayor sobrepeso del país, alcanzando un 68%.
Sin fichajes. Una de las noticias del Chronicle Live, el periódico local de Newcastle, apuntaba esta semana que el regreso de Jonjo Shelvey está cada vez más cerca y que en su trabajo de recuperación de la lesión ha utilizado a un nutricionista que le ha ayudado en el proceso. El de Shelvey es quizás el único nombre de la actual plantilla que ha conseguido colarse en un titular en medios de comunicación.
Desde hace unos días todo son posibles entrenadores, posibles fichajes y muchos, muchos millones disponibles para invertir a partir del próximo mercado invernal. La lista es extensa y todos los nombres tienen algo en común: no hay ninguna certeza. Steve Bruce, actual técnico, no tiene su puesto garantizado para el fin de semana y todo apunta a que se quedará con la miel en los labios y con 999 partidos dirigidos al máximo nivel.
En Newcastle, una ciudad estrechamente ligada a su club de fútbol, hay tanta alegría por la salida de Ashley que a pesar de estar en descenso ya se han agotado, a dos semanas vista, las entradas para visitar al Crystal Palace el 23 de octubre: ni más ni menos que 2.800 aficionados a domicilio. La ilusión se disparó.
Adiós La esperada marcha de Ashley se celebra casi más que la venta
Ilusión Casi 3.000 hinchas viajarán con el equipo el día 23 a Londres
El NUFC Supporters Trust es una asociación de hinchas sin ánimo de lucro con más de 14.000 miembros que está instaurada de forma legal y democrática y que tiene el objetivo de colaborar con el Newcastle por el bien de sus socios, entre otras cosas, para promover la comunicación de los mandatarios con su hinchada y que así tengan voz en las decisiones que se toman. Una de las once personas de la Junta Directiva, Charlotte Robson, atiende a AS.
—¿Han recibido con los brazos abiertos a los nuevos dueños en parte por la marcha del anterior, Mike Ashley?
—Cien por cien, sin ninguna duda, llevábamos años esperando este momento y por fin ha llegado.
—¿Qué esperan de la nueva propiedad, el fondo de inversión PIF que pertenece a la familia real de Arabia Saudí? —Con que hablen con nosotros ya será un triunfo. Durante todo este tiempo el club ha carecido de ambición. Cuando Ashley compró el club dijo que quería ganar títulos y pasárselo bien… y nada de eso ha sucedido. Ha sido muy frustrante vivir el Newcastle de Mike Ashley. Nunca ha conectado con los aficionados, nunca ha invertido en la plantilla, el estadio necesita remodelarse, las instalaciones deportivas no son del nivel de la Premier League.
—¿Por qué ha sido tan complicado tener una comunicación más directa con el club? ¿Esperan mejorarlo ahora con la entrada de los saudíes? —Todos somos voluntarios, todos tenemos nuestros trabajos. Hemos encontrado muy difícil colaborar con el club, apenas uno o dos encuentros al año. Nunca ha sido por falta de intenciones.
—¿Cómo califica a la gente del Newcastle?
—Los aficionados del Newcastle son brillantes, es una hinchada muy apasionada, a veces incluso muy loca. Cuando miras la valoración del club en más de 300 millones, mucho tiene que ver con el poder que tiene su afición.
—¿Hasta dónde puede llegar este proyecto? ¿Qué objetivos se marcan? —Queremos que el Newcastle alcance todo su potencial, y esto es mucho. Durante la pandemia, cuando no podíamos ir al estadio, el Newcastle fue uno de los últimos clubes que se comunicó con sus abonados para devolver el dinero. Cuando ya habían pasado siete meses, emitimos un comunicado, contactamos con los medios de comunicación, hicimos una campaña… y una semana después anunciaron que iban a comenzar a pagar.
—¿En qué situación se encuentra ahora el Newcastle? —Nosotros pedimos opinión, intentamos intermediar entre el hincha y el club, ayudamos con la compra de entradas… Hace un par de años hubo un incidente en el estadio del Bournemouth porque, en una celebración de un gol, dos hinchas cayeron al campo después de los empujones, ya que el césped está muy cerca de la grada, y luego fueron juzgados por la policía. Nosotros fuimos quienes proporcionamos el apoyo legal.
—¿Que sea un régimen el que está detrás de la operación, qué les dice? —La pregunta sobre los derechos humanos es injusto preguntársela a los aficionados de a pie, que sólo quieren que su club lo hagan bien. Si hay alguien a quien hay que hacérsela es a la Premier League, que son los que han dejado que este dinero entre en la competición. Esto no depende del Newcastle.
Optimismo “Hemos esperado durante años este momento en el club”