AS (Galicia)

El Athletic sigue lanzado

Cae la cuarta victoria seguida ante un Sevilla caótico

- NIKA CUENCA

El

Athletic sigue lanzado en resultados y durmió tercero anoche tras cuatro victorias seguidas, la séptima consecutiv­a en Bilbao ante el Sevilla en Liga. No hubo adornos en San Mamés más allá del autopase y definición de Balenziaga en el 2- 1, el primer gol de un león que lleva 170 partidos dejándose la piel. Desde juveniles no perforaba la portería rival, hay que sumar otros 140 de vacío entre Valladolid y Real B. Emocionó la algarabía con que lo celebraron sus compañeros en el césped y la caseta: le quieren con locura por su entrega y predisposi­ción al trabajo. Al Athletic le bastó con andar más listo en la anticipaci­ón para derrotar a un Sevilla caótico.

El equipo de Sampaoli fue una vulgaridad tremenda. Jugó al trote, sin agresivida­d ni talento. Sólo cuando cogían la pelota Nasri y Sarabia daban la sensación de inquietar a Arrizabala­ga. Así llegó su único gol, en su primer disparo a puerta, casi de puntillas. No es que el Athletic fuese mucho mejor, pero sí parecía irle más en la cita.

La primera mitad fue un bodrio en todo regla, aunque pareció importar poco a ambos entrenador­es. Mientras el Athletic trataba de limitar las llegadas hacia Arrizabala­ga con acierto, el Sevilla, con media docena de suplentes incluido el meta Sirigu, parecía un abuelo en un parque con su nieta esperando a que diesen las dos para comer unos calamares. Nasri alucinaba. Si en el City parecía sin ritmo, ayer debió pensar que jugaba una pachanga de futbito.

Todo quedaba a expensas de un balón parado. El Athletic cazó pieza en un córner en corto hacia De Marcos, que mandó un centro- chut por abajo hacia el segundo palo que fue rebañado por San José con su alma de delantero centro. Pasó poco más hasta el descanso. Sólo la petición de penalti por mano de Iborra a disparo de Beñat. En el otro área, Kepa comía pipas. Alucina: lleva pleno de triunfos.

Iborra Acabó de portero en el penalti que marcó Aduriz por roja a Sirigu

Sentencia. El Sevilla puso el 1-1 cuando menos se esperaba. Entre cambio y cambio infructuos­o de los visitantes, llegó el premio de Balenziaga en el gol por morder arriba. Definió con clase. Sarabia probó a Arrizabala­ga y Sirigu disparó al pecho de sus compañeros al ganarse la expulsión en el 88’, con un absurdo penalti y roja por codazo a Aduriz. Al delantero sólo le quedaba lanzarlo a un costado para que no le diese tiempo a tirarse a Iborra, improvisad­o meta. Surrealist­a.

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 ??  ?? PIÑA ROJIBLANCA. Los leones abrazan a Mikel Balenziaga tras su gol, el primero que logra en el Athletic en 170 partidos.
PIÑA ROJIBLANCA. Los leones abrazan a Mikel Balenziaga tras su gol, el primero que logra en el Athletic en 170 partidos.

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