AS (Galicia)

Luisinho despide a Víctor

El Depor pasa a octavos ante un Betis desdibujad­o

- LUIS DE LA CRUZ

El Deportivo se despide de 2016 con un excelente sabor de boca, sobre todo en Riazor. Después de ganar a Real Sociedad y Osasuna en la Liga, ayer se metió en los octavos de final de Copa tras remontar el 1-0 del Villamarín ante un Betis errático que sólo funciono a ráfagas. El pase tuvo morbo por la presencia de Víctor en el banquillo visitante, que se multiplicó con el gol de Luisinho, el ‘enemigo íntimo’ del técnico madrileño. Eso, y la última noche de Babel como blanquiazu­l, fueron ingredient­es suficiente­s para que la Copa, por un día, interesase.

La eliminator­ia tardó muy poco en cobrar vida, porque el Deportivo ya había igualado el 1-0 del Villamarín a los once minutos al rematar Arribas con la derecha una falta lateral con veneno sacada por Fayçal.

El gol animó el partido. Primero, con un Depor en busca de ventaja con una gran ocasión de Marlos que desbarató Dani Giménez. Luego fue el turno para el Betis, que en cuanto encontró a Ceballos apareció el peligro. Tuvieron el empate Piccini y Álex Alegría, pero respondió bien Rubén. Y no fue un espejismo, porque la balanza del partido cambió de color y se fue haciendo verdiblanc­a hasta el descanso, aunque sin daños para la portería deportivis­ta.

Desperdici­ado el momento, fue el turno del Depor, que salió del vestuario decido a rematar la faena. La remontada no pudo tener más morbo porque el gol decisivo llevó la firma de Luisinho. El portugués, con el que Víctor había tenido un sonado enfrentami­ento que acabó con su salida del Depor, firmaba un golazo con olor y sabor a venganza.

Como la noche iba de goles simbólicos llegó el turno de Babel, para que Riazor cantase de nuevo el “Babel quédate”. Fue inútil. A pesar del cariño de la afición, el holandés anunció tras el encuentro que se va “por motivos familiares” .

Emoción. En ese momento el Betis estaba desnortado y casi fuera del partido cuando Piccini logró acortar distancias en un complicado remate que abría de nuevo la eliminator­ia. El acierto del defensa bético tuvo réplica, pero negativa en su área al cometer penalti sobre Ryan Babel. Joselu, que no vio un balón en toda la noche, lo lanzó a las nubes para dar mayor emoción al tramo final. Y la hubo, porque Rubén Castro acarició el tanto que le hubiese dado el pase al Betis, pero el otro Rubén, el del Deportivo, lo evitó con una buena parada.

Babel

El holandés anunció tras el partido que se va “por motivos familiares”

 ??  ?? SATISFACCI­ÓN. Fayçal celebra con Arribas el primer gol del partido que igualaba la eliminator­ia cuando sólo iban once minutos.
SATISFACCI­ÓN. Fayçal celebra con Arribas el primer gol del partido que igualaba la eliminator­ia cuando sólo iban once minutos.
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