Aquel Nottingham de Brian Clough y Peter Taylor
Establecieron un estilo de juego
La racha empezó con una derrota contra el WBA el 11 de marzo de 1978. Cuarenta después, el Nottingham
Forest dejó el listón muy alto hasta que el Liverpool se encargó de romper aquella histórica racha con una victoria por 2-0 en
Anfield el 9 de diciembre de 1978.
Durante aquellas dos temporadas, el Forest parecía invencible. Los 26 primeros partidos corresponden a la temporada 1977-78 en la que el club del norte de
Inglaterra consiguió la liga por primera vez en la historia cuatro encuentros antes del final de curso. Su clasificación para la Copa de Europa fue seguida por la consecución del título europeo dos años seguidos.
Los 16 encuentros sin perder del curso siguiente no dieron para ganar la liga; el Forest acabó segundo en la competición doméstica. 21 victorias y 21 empates, y tan sólo 22 goles encajados cuentan la historia de aquel histórico grupo incluían los mejores jugadores de la historia del club: Anderson, Barrett, Birtles, Bowyer, Burns, Clarke, Elliott, Gemmill, Lloyd, McGovern, Mills, Needham, O’Hare, O’Neill, Robertson, Shilton, Withe, Woodcoc. Pero los verdaderos protagonistas fueron los entrenadores que establecieron un estilo de juego y soluciones originales y novedosas. Brian
Clough (que dijo de si mismo “no digo que sea el mejor entrenador del Reino Unido, pero estoy por encima del resto”) y su asistente Peter Taylor crearon una relación de amor y odio mientras llevaban a sus equipos al éxito. Clough fichó a Taylor como asistente en el
Hartlepool y a continuación ganaron la liga con el Derby. La tensión comenzó antes de aterrizar en Nottingham: Clough fichó por el Leeds y Taylor decidió no seguirle (duró sólo 44 días y dejó aquella mítica frase: “Hoy es un día muy triste… para el Leeds United”).
Finalmente olvidaron sus rencillas conscientes de que eran mejores juntos que separados. Pero los triunfos en el Forest no mejoraron la relación. Tras separar sus caminos, Clough llamó a Taylor “una serpiente odiosa”. Dijo más: “Si veo a Taylor con el coche estropeado en una autopista, no me paro; cojo velocidad y le atropello”. Taylor afirmaba públicamente que no tenían ningún respeto por su antiguo compañero. Nunca volvieron a hablarse. Peter Taylor murió en 1990, Clough en el 2003 tras 30 años de consumo excesivo de alcohol.
Historia
La relación entre ambos técnicos fue de amor y odio