Un cuarto de fábula del Madrid da lustre al liderato
El parcial de 26-8 hundió al Valencia ● Llull y Rudy, a gran nivel
El Valencia hizo muchas cosas bien, pero todo quedó enterrado en el tercer cuarto por el alud de buen juego del Madrid.A Llull y Rudy se les unió un motivado Randolph. También Ayón. El trabajo lo rubricó Nocioni, de vuelta a la rotación. Doncic se lesionó.
Al descanso, Pedro Martínez tenía dos noticias: una buena y otra mala. La positiva, que su equipo lo estaba bordando. La negativa, que aún quedaban veinte minutos. Y como en la ida, el Madrid calcó latigazo. Otra vez firmó un tercer cuarto sideral para descabalgar al Valencia de manera brusca. Si en octubre aquel parcial se estiró hasta un 18-34, ayer resultó más contundente: 26-8. Apenas dos canastas en juego de los visitantes y 40 a -1 en valoración. El técnico taronja se quejó en caliente del arbitraje.
Quizá las apreturas del calendario, el desgaste, impiden alardes continuados y obligan a concentrar destellos e intensidad. Si ese es de verdad el camino ganador, el Real lo ha leído muy bien esta semana. Lo vimos el viernes en Kaunas en los últimos diez minutos y lo volvimos a ver 48 horas después en batalla directa por el liderato ACB. Un primer puesto al que el Madrid dio lustre. Por cuarta vez en lo que va de campaña se jugaba su plaza en la cima en un duelo de tú a tú. Antes ya había salido vencedor ante el Valencia y el Iberostar. Solo cedió en el Palau, aunque se cobró revancha en la Euroliga (63-102).
Los de Laso ofrecieron un compendio de vehemencia al regreso de los vestuarios. Pura pasión. Perfectos en defensa, plenos de energía y coordinación, lo que les facilitó alguna canasta fácil. En ataque, ramalazos de talento y a la vez un juicioso manejo del balón. Este fluía y las asistencias caían en cascada. Muchos nombres que arrimaron el hombro en el tramo que lo decidió todo. Empezamos por Llull y seguimos por los motivados Rudy (muy bien en ambos lados de la cancha) y Randolph (dos triples, un alley-oop y 2 gorros entonces). También Reyes, que abrumó a Dubljevic en la reacción inicial (del 38-45 al 51-50). Al capitán le relevó Ayón: 6 tantos y 10 de valoración en 4:30 y 64-53. La labor la rubricó Nocioni (contó de nuevo, como un Draper más atrevido) mientras que Doncic se marchó a casa con molestias musculares (a la espera de pruebas).
Hubo mucho y bueno del Valencia, pero el alud del tercer cuarto lo enterró bajo un manto blanco a la espera de nuevos asaltos. Mientras, el Madrid disfruta las vistas desde la cumbre.