Luces y sombras en la apuesta por los jovenes
Miquel, Djaló, Calavera, Pedraza y Leuko, los aciertos
La cesión con opción de compra que el Lugo anunció sobre el lateral zurdo Vasyl Kravets ha puesto de nuevo de manifiesto la apuesta decidida de la dirección deportiva, capitaneada por Emilio De Dios, en favor de jóvenes talentos, algunos aún en periodo de formación, por delante de los jugadores experimentados en lo que a incorporaciones se refiere. De los 12 jugadores que por el momento, ya sea fichajes o cesiones, que el club ha incorporado en lo que va de temporada, solo dos superan los 23 años de edad (Miquel y Carmona, ambos con 24), mientras que el recién llegado Kravets, con 19, y Yelko Pino, Pedraza y Sergio Gil, con 20, son las incorporaciones más jóvenes. Por medio se encuentran Jordi Calavera y Enguene, con 21 años, Fede Vico con 22 y Serge Leuko, Marcelo Djaló y Perea con 23.
Varios éxitos. Entre estas apuestas ha habido éxitos irrefutables, jugadores que pese a su juventud se han adaptado tanto a la categoría como al equipo con total naturalidad y se han convertido en figuras indispensables en el esquema de Luis César. Estos casos de éxito han sido Ignasi Miquel, su compañero de zaga Marcelo Djaló (a pesar de su titubeante comienzo), Jordi Calavera y Alfonso Pedraza, ambos en calidad de cedidos y que ya tienen pretendientes de categoría superior). Serge Leuko también se puede considerar un acierto, aunque es fichaje de la pasada temporada que estuvo cedido en el Somozas, ya que ha logrado asentarse en la titularidad sentando nada menos que a una institución rojiblanca como el capitán Manu en el lateral zurdo, a pesar de que el camerunés sea diestro.
No obstante, también hay jugadores que no han dado el rendimiento esperado y apenas cuentan para Luis César. Los casos más claros son los de Lionel Enguene y Yelko Pino, ambos contratados por tres años y que de momento no entran en los planes de Luis César. Sus participaciones han sido meramente testimoniales (Enguene ni siquiera ha debutado en Liga) y son dos jugadores que podrían irse cedidos en este mercado de invierno si el club incorpora a algún refuerzo más. Brayan Perea tampoco está resultando el delantero que se esperaba y es el blanco principal de las críticas de la afición, a pesar de que en su caso el míster si que le da minutos.
Aún se podría formar un tercer grupo con jugadores que, o bien aún no han podido demostrar su potencial o bien tienen margen para hacerlo. Ahí podríamos encuadrar a Sergio Gil, al que aún le cuesta tomar la manija del equipo en ausencia de Pita o Seoane, Fede Vico o el propio Kravets, recién incorporados, y Adriá Carmona, martirizado por las lesiones. En todo caso, tendrán tiempo para mostrar sus cualidades y dilucidar si su contratación fue un éxito o un fracaso. Sea como fuere, el Lugo ha combinado excelentes decisiones en jugadores jóvenes con otras que el tiempo está demostrando erróneas, dejando clara la dificultad en el acierto cuando se trata de jugadores pendientes de contrastar de su valía.