Renault aterriza en la guerra de las gasolinas
La escudería gala se alía con BP/Castrol en un acuerdo que algunos consideran “más sólido” que el firmado por la petrolera con McLaren, que perdió a ExxonMobil, ahora suministradora de Red Bull
Renault Sport F1 ya tiene gasolina para el Mundial 2017. Y lubricante. Y eso, que podría parecer un asunto secundario, cobra mayor relevancia debido a los cambios que va a experimentar el campeonato en la temporada que echa a andar el 26 de marzo con el GP de Australia. Un año que nos depara una auténtica guerra de gasolinas.
La escudería francesa es una de las que cambia de socio en 2017. En su caso, será BP/Castrol el aliado, mientras que la relación contractual con su anterior suministrador, Total, ya es historia.
El menú de gasolinas se ha animado en las últimas semanas. Veamos. En octubre surgieron los rumores de ruptura entre McLaren y ExxonMobil, que habían caminado juntas durante 21 años. Los de Woking apuntaban a un nuevo compromiso con BP/Castrol, mientras que Red Bull se antojaba como nueva socia de ExxonMobil en el Mundial. Dicho y hecho.
En diciembre, Red Bull hacía oficial su acuerdo con ExxonMobil y el adiós a Total, cuyos combustibles y aceites pertenecían a Renault, marca de los motores que seguirán impulsando los monoplazas de los Milton Keynes en 2017. Y por último, hace una semana, una foto de Stoffel Vandoorne desveló la relación entre McLaren y Castrol mientras el piloto dibujaba un circuito en una hoja de papel: por descuido, en la manga del polo se veía el logo de la petrolera británica. Eso sí, desde algunas fuentes se apunta que el acuerdo de BP/Castrol con Renault es “mucho más sólido en el apartado comercial” que el firmado con McLaren.
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