El Barça se ve fuerte, pero el calendario aprieta
7 partidos en 21 días con la enfermería semillena
Crecido como estaba después de la racha de cuatro partidos consecutivos ganados con un parcial de goles abrumador (15-3), el sorteo copero enfrió algo al Barça, que se enfrenta a un calendario durísimo en las próximas tres semanas: cuatro visitas (Villamarín y Mendizorroza en Liga, Calderón en la Copa del Rey y Parque de los Príncipes en Champions) y dos partidos exigentes en el Camp Nou (Athletic y Atlético). Luis Enrique habló abiertamente después del partido ante la Real de un “equipo al alza” y se autoproclamó (junto a la Real Sociedad) como “el equipo más en forma del fútbol español”. Jordi Mestre, vicepresidente deportivo, se creció y habló de “equipo grandioso”. El Barça se ve con la tercera final de Copa consecutiva a tiro, en octavos de Champions y vivo antes de empezar la segunda vuelta. El vestuario se ha aprendido de memoria el eslogan en LaLiga: “Ganar cada partido para meter presión”. Se sienten los azulgranas preparados para interpretar el papel que protagonizaron casi con éxito Madrid y Atlético la temporada pasada de perseguidores implacables.
Pero sobre este apasionante calendario de 7 partidos en 21 días se eleva un nubarrón: las lesiones. Iniesta, Busquets y Rafinha están fuera de combate. El objetivo es que los dos capitanes, lesionados en el sóleo y el tobillo respectivamente, estén en condiciones de jugar en el Calderón. No parece fácil. Además, ante la Real Sociedad hubo tres damnificados más. Mascherano notó una molestia muscular que amenazaba en rotura. Sergi Roberto, como Piqué, arrastra molestias en el tobillo. Neymar también se fue castigado por las faltas de los jugadores de la Real y el nuevo esfuerzo al que le obliga la nueva manera de defender del Barça (4-4-2 para proteger a Messi). No se entrenó ayer. A Luis Enrique no le queda más remedio que cumplir con la frase del verano (“es la mejor plantilla que he tenido en mis tres años”) y empezar a tirar de fondo de armario si no quiere que su Barça se colapse.
Al límite Visitas de máximo riesgo al Calderón y París y sin margen de error en LaLiga