SEAT Ateca un SUV que levanta pasiones
El todocamino compacto ha sido unas de las novedades más esperadas de la marca española y lo cierto es que satisface con nota las expectativas que había despertado
En ocasiones, un fabricante de coches consigue un producto redondo y es justo lo que ha hecho SEAT con el Ateca, su primer todocamino de tamaño compacto y que ya se ha convertido en un auténtico fenómeno de ventas. Y con razón...
Empezando por lo más evidente, el diseño es todo un acierto. Con formas rectilíneas se presenta elegante pero también dinámico, recordando a su hermano León aunque lógicamente con una carrocería elevada y los detalles que definen a un SUV. Es un coche que gusta, que no pasa desapercibido por su originalidad y porque se desmarca en cierto sentido del resto del segmento.
Con una longitud total de 4,36 metros, el Ateca es un vehículo bien resuelto en cuanto a habitabilidad. Sus cotas son generosas, destacando la altura libre desde los asientos al techo, mientras que el maletero de 510 litros se presenta como unas de las referencias de su categoría.
En su interior llama la atención especialmente el esmero con el que se presentan sus acabados. Es uno de esos coches que da la sensación de estar bien hechos en cada detalle, con materiales de calidad, un ensamblaje perfecto entre sus piezas y la guinda de un equipamiento que en la versión Style es muy completo, tanto en elementos de confort como en sistemas de seguridad, sin olvidar la imprescindible conectividad.
El motor básico de la oferta diésel es el Ecomotive de 1,6 litros y 115 CV de potencia. Es bastante austero en consumo y cumple prestacionalmente sin alardes, porque es cierto que puede quedarse algo corto en brío en carreteras secundarias, sobre todo viajando a plena carga, cuando es algo perezoso al acelerar y llega a reclamar bajar una marcha para remontar esa lentitud en sus reacciones.
Con tal rendimiento, el chasis del Ateca va más que sobrado al haberse diseñado para soportar exigencias superiores. Tiene un magnífico compromiso entre la comodidad y la estabilidad, con reacciones similares a las de un turismo convencional. La dirección es precisa y el coche sigue fielmente cualquier trazada.