El enorme ejemplo de Federer y Rafa Nadal
La pista central que lleva el nombre del mítico tenista australiano Rod Laver, dentro del complejo deportivo del Melbourne Park de la ciudad de Melbourne, fue testigo el pasado domingo de uno de los mejores espectáculos que el deporte nos puede deparar en estos tiempos: la finalísima del Abierto de Australia de tenis entre dos de los mejores jugadores de todas las épocas: el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer.
La temporada tenística de los Grand Slam no pudo, por consiguiente, empezar mejor. Tanto Roger como Rafael representan lo más sobresaliente de los mejores valores del deporte en general y del tenis en particular. Ambos son referentes para todos los deportistas, sea cual fuere la disciplina que practiquen. Ellos son un ejemplo para los niños, para los más jóvenes y para todos, de conducta y ética superiores aplicadas y mantenidas a lo largo de unas trayectorias muy exitosas. Gracias al manacorí y al suizo por su lección de deportividad.
Cualquiera pudo ganar la final de Melbourne. Ambos lo merecieron. El triunfo, en esta ocasión, fue para Federer, pero la gloria y el honor deportivo fue para los dos. Grande Nadal y grande Federer.
José Luis Cuenca Aladro
Riaza (Segovia)