Las instituciones vascas quieren la final en San Mamés
El lehendakari y el alcalde de Vitoria se unen al clamor en el Alavés ● Los propietarios del campo lo ven imposible
Otra vez el cartel ya definido de la final de Copa ha desencadenado una catarata de reacciones y anhelos entre los participantes pidiendo la sede que más le apetece. Lo de todos los años por la cabezonería federativa de no designar un estadio con antelación y zanjar de raíz la tormenta. El Alavés lanzó la chispa el miércoles en el minuto uno tras eliminar al Celta: quiere jugar en San Mamés. “Se trata del estadio más moderno y nuevo de Euskadi y sería una gran alternativa para que nuestros aficionados pudieran viajar”, aseguró el máximo accionista del club, Josean Querejeta. Ninguna referencia al Bernabéu o el Calderón. El que apostó desde el primer instante por el coliseo del Real Madrid es el Barcelona, una perpetua reclamación que nunca es aprobada.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, se sumó al baile ayer, respaldando al Glorioso: “Sería extraordinario que el Alavés pudiera jugar una final de Copa en San Mamés”. En parecidos términos se expresó el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran: “A mí también me parece una buena idea, porque es una ciudad hermana y sería maravilloso jugar allí la final”. Ibai abogaba “por ir a un estadio tan especial como San Mamés” y desde Bilbao un como Yeray lo aplaudía: “No me importaría, es un campo increíble y por mí, encantado”.
Algunas instituciones parecen remar en la misma dirección, pero el asunto tiene más aristas. No es tan fácil disponer de un recinto que no tiene un único dueño. El Athletic recordó que las decisiones sobre el estadio las toma la sociedad propietaria, San Mamés Barria, que está compuesta por el propio club bilbaíno, la entidad financiera Kutxabank y tres instituciones: el Gobierno vasco, la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao.
El Consistorio habló por boca del concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, Xabier Otxandiano, que afirmó que el Gobierno local “seguirá la resolución” del último pleno municipal, en el que se debatió sobre la posibilidad de albergar la final y se acordó que, “una vez logrados los consensos necesarios, en defensa de los intereses de la ciudadanía bilbaína, apoyará la celebración de cuantos eventos resulten de interés económico, cultural o deportivo para la promoción de la villa”.
Frente a eso, en noviembre del año pasado las Juntas Generales de Bizkaia rechazaron, con los votos en contra de EH