“No me acerco a diez metros de un televisor ni borracho” Luis Enrique

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Por cómo está establecido el calendario de aquí al partido de vuelta ante el PSG, ¿lo podrá preparar bien? —Ese partido está en mi cabeza desde el martes, pero sería ingenuo pensar ya en él. Queda un mes.

—Después del partido de París, hasta a los jugadores les costaba hablar de remontada. Pasados varios días, ¿ve ánimo en el vestuario? —Lo acabo de contestar. Ese partido va a estar cada noche y cada momento en mi cabeza. —Busquets insinuó superioridad táctica del PSG. ¿Está todo bien en el vestuario?

—Da igual lo que yo pueda decir. Sólo respondo de todas las declaraciones que hice. Lo demás lo hablo dentro del vestuario y cara a cara. El resto os lo dejo a vosotros.

—-¿Lo que sucedió en París puede afectar en el resto de temporada?

—Sin duda. La Champions es una competición que amamos y en la que hemos tenido buenos resultados. Es un varapalo, pero ese resultado no cayó del cielo. El rival lo mereció y hay que aceptarlo. No pasó nada que no mereciésemos. Incluso pudo ser mayor la derrota. —-Tras el partido, la COPE aseguró que el vestuario había perdido confianza en usted… —Qué bueno (risas). Pues nada.

—-Suárez ha dicho que no dudan del entrenador…

—No he escuchado nada. No os escucho nunca, así que estos días no me acerco a diez metros de un televisor ni borracho. Son de esas declaraciones que no tengo ni que comentar. Me avala mi trabajo. Al que le guste bien y al que no, también.

—-¿Cuánto le afectó a nivel personal la derrota y que en las portadas apareciese usted como señalado?

—Las críticas me afectan cero porque de lo contrario no podría estar en este cargo. Hay una distancia considerable entre nosotros y lo que forma parte de este circo.

Terapia tras el 4-0 “He jugado al parchís con mi mujer que, por cierto, siempre me gana”

—-¿Tiene usted tomada la decisión sobre su continuidad? —Lo único seguro es que nada de lo que pase estos meses tendrá que ver con mi decisión. Ni uno ni diez partidos. Y no, no he tomado la decisión. —-¿Qué ha hecho estos días para superar el trago del 4-0 ? —He jugado mucho al parchís con mi mujer que, por cierto, siempre me gana.