Borges rescata un punto con un penalti polémico
El gol en el descuento deja en tablas el duelo Mel-Víctor
El efecto Mel’ continúa. Son tres partidos, que no parece demasiado si no vives en el fondo de la cueva. Ayer lo sufrió ‘su’ Betis y lo encarnó Borges. El tico fue protagonista de principio a fin y puso sobre la mesa varios ingredientes. Empezó errando en el gol de Piccini, pero no se vino abajo y mantuvo la fe. Esas ganas le hicieron provocar un penalti en el descuento muy polémico, pero en el que Pezzella tampoco estuvo demasiado listo. Eso, en la era Garitano, no lo hubiesen pitado jamás. Luego acertó a batir a Adán para dejar al Betis con la miel en los labios. Sin una victoria que acarició, aunque tampoco hizo tanto para lograrla en un duelo plano de méritos repartidos.
Las primeras medallas sí fueron béticas, con una victoria táctica del alumno Víctor sobre el maestro Mel. El Betis era certero en la salida, intenso arriba en la presión y con peligro en ataque cada vez que el balón pasaba por el exquisito Ceballos. La claridad de ideas verdiblancas se convirtió poco a poco en dominio ante un Depor que lo empezó a sufrir porque el balón se convirtió en un fantasma al que perseguir.
Pasada la media hora, con más empuje que ideas, los de Mel fueron equilibrando la balanza. De hecho, el primer tiempo se despidió con las dos mejores ocasiones, y ambas fueron blanquiazules. Primero, una percusión del martillo Andone que acabó en el palo. Luego fue Juanfran el que probó a un seguro Adán.
El segundo acto fue una guerra de guerrillas. Las faltas comenzaron a sucederse, primando la seguridad sobre el riesgo a la espera de algún error del rival. Y llegó el de Borges y el gol de Piccini. Los coruñeses lo acusaron y Ceballos tuvo la puntilla, pero falló. Luego llegó el arreón final, el empate y la polémica arbitral.
El punto mantiene el subidón Mel en A Coruña y siembra más dudas sobre el Betis, aunque sigue tranquilo en la tabla. Rubén no tuvo ni un minuto en un día fatal de Sanabria y el debate crece. El bético quiere más, no termina de llegar y toca el Bernabéu. Cuidado.
‘Efecto Mel’ Tres partidos, no ha perdido y hasta la fortuna ha vuelto