Los 549 segundos gloriosos de Neymar

El brasileño jugó su mejor partido de siempre en el Barça

Sin duda, fue la gran noche de Neymar como jugador del Barcelona. El brasileño jugó un partido estratosférico, pero de su día mágico quedará sobre todo ese rapto de casi diez minutos en los que fue capaz de cambiar el signo de la eliminatoria en solitario. Neymar, señalado tantas veces por cierta artificialidad en su juego, fue a por la yugular del

PSG. Desbocado, él metió al Barça en la eliminatoria de nuevo con su gol de falta directa que supuso el 4-1. Supo calentar el partido, pero también enfriarlo. Ser punzante, pero tener cabeza. Conectó con la atmósfera de la grada, la levantó de los asientos después del 5-1. Fue el Man of the Match, llegó a su gol número 99 en 175 partidos oficiales del Barça y agigantó su prestigio.

Neymar tuvo 549 segundos mágicos. En el 85’30 remató con la izquierda un balón que Aurier despejó como pudo a córner. Él mismo sacó de esquina y, después de varios rechaces, él mismo estaba de nuevo en la frontal para rematar. En el 86’45, Di María le hace falta cerca de la frontal. En el 87’28, Messi ni se acerca y el brasileño queda en solitario para lanzar el tiro directo. La pone en la escuadra derecha de la portería de Trapp. En el 90’09 marca el penalti cometido a Suárez con calma. “Me concentré mucho”.

En el 91’00 da un taconazo majestuoso hacia Sergi Roberto. En el 92’00, después de hacerle un sombrero a Aurier, Aytekin para el partido para que entre Krychowiak. El brasileño, molesto, pega un pelotazo en dirección del cuarto árbitro. En el 93’00 provoca otra falta de Aurier, al que Emery había puesto en el campo para contener al oro olímpico, que estaba desbocado. En el 94’39 recorta a Verratti, con lo que el balón acaba en su pierna mala, la izquierda. Pero templa bien y Sergi Roberto marca. “Fue mi mejor partido”, dijo. Y se hizo héroe.