La mecha del Espanyol prende con más fuerza
Los pericos, eléctricos, anularon la reacción de Las Palmas
Del equipo del orden, obsesionado con no recibir goles —véase el 0-0 de la primera vuelta— ha pasado el Espanyol a afilar las garras. Contribuyó Las Palmas, cuyo juego asociativo dio tres goles pero se tornó excesivamente manso, en contraposición al punch de los pericos, guiados por Gerard con peligro en cada aproximación. Y cuatro goles. Reman hacia Europa los blanquiazules y se olvidan de ello los canarios.
La primera mitad fue capicúa para el Espanyol. El 1-0 llegó a los 55 segundos, el tercer gol más rápido de esta Liga, en un cabezazo a la salida de un córner de David López, al que habilitaron entre el aclarado de Óscar Duarte y el despiste de marcaje de Halilovic.
Tras nadar, guardó la ropa el Espanyol pero, a falta de espacios, Lemos (recambio de Roque Mesa) probó desde más allá de los 30 metros y acertó para empatar, ya que Diego López calculó mal el bote. El que no calculó mal, sino a la perfección, fue Gerard en el 2-1, en el 45’. El canterano puso el balón justo donde quiso, lejos del alcance de Raúl Lizoain (titular en detrimento de Javi Varas). Su chut, resbalón de Hélder mediante, vino de un pase de Piatti tras una brillante apertura de Caicedo.
El ecuatoriano volvería a ser protagonista en el 52’. Pero justo antes llegaría el segundo tanto de Las Palmas, en una falta botada por Viera que Lemos cabeceóó de espaldas a gol. Protestaron los pericos una posible falta previa, igual que en la jugada que propició el 3-2 reclamaron roja a Lizoain: el portero derribó a Caicedo, en un claro penalti, por el que vio amarilla. Piatti no titubeó. Lleva nueve goles en esta Liga, su récord.
Viera y Mesa, avisados. Parecía sentenciar Jurado, tras un control magnífico, pero a Las Palmas le faltaba un cartucho. O dos. Hizo el 4-3 Mateo completamente solo, y el propio jugador fue objeto de un penalti no señalado por empujón de Hernán. A Las Palmas le queda un consuelo: la Federación ya ha avisado al club de que Viera y Roque Mesa están preconvocados para ir con la Selección.
Fe en Europa Los blanquiazules no renuncian; los canarios se alejan