Empate entre Osasuna y Eibar que vale para poco
Los armeros se evaporaron tras marcar ante el colista
EI Sadar hizo reparto, como los buenos hermanos: un puntito para Osasuna y otro para el Eibar. Les vale de poco en sus respectivos anhelos: dejar la categoría con dignidad en el caso del colista y el sueño europeo en el de los azulgrana. El cuadro rojillo tuvo el gran gesto de salir con el símbolo femenino en el pecho de la camiseta y el apellido materno por detrás, con motivo del Día Internacional de la Mujer. Gran gesto de un club que da más noticias por lo periférico que por su fútbol.
El partido resultó poco profundo durante algo más de una hora, demasiado pendiente de los escalones previos al área. Inui se hartó de recortar hacia dentro y disparar. Por ahí también tuvo una ocasión clara Sergi Enrich, apareciendo como un bisonte a bocajarro tras centro desde la derecha de Capa. A ambos conjuntos les faltaba exprimirse más.
Osasuna abusaba de los esfuerzos individuales, andaba comodón, y eso no gustaba a la parroquia navarra. Daba sensación de que ambos se dedicaban a dejar correr el crono con cierta pereza. Pasada la hora de juego, el Eibar, superior hasta entonces, se puso en brazos de las acciones individuales y Osasuna empezó a creerse lo imposible: que, una vuelta después, podía ganar, y al mismo equipo. Pero nada más salir, Kike García acertó a la red, tras una buena apertura de Pedro León a la carrera por la derecha de Capa.
Fue marcar y desaparecer el equipo armero. Vasiljevic fue pitado y se pidió un unánime “Vete ya” al quitar a un artista como Sergio León para poner un hombre de banda como Clerc. El equipo se aclaró, fue más simétrico: Romero, letal, progresó por derecha, Clerc maniobró por el otro lado y Kodro voló por vanguardia. Éste empató tras una preciosa combinación en el área. Luego Vasiljevic metió a otro delantero (Riera) y tachó a Torres. Loé obligó a un paradón de Yoel y en el 82’ Riera tuvo otra. De no tener presencia en el área, el cuadro rojillo pasó a disfrutar de cinco oportunidades en sólo diez minutos.
Vasiljevic El Sadar pidió su marcha al quitar a Sergio León