El Atleti, y aquel poema de Carver

Miedo. El otro día, al abrir un libro, ahí estaba ese poema de Carver que había olvidado. Miedo. Lo aprendí de memoria en mis primeros días en Madrid. “Miedo al presente echando a volar. Miedo a no dormirme”. Miedo, miedo, miedo. En aquella época, 2003, el Atleti ya llevaba unos años sin ganarle al Madrid. Después fueron muchos. Un día escuché a Godín contar que, en los derbis, salían con un leve temblor, como si fueran otra estrofa de ese poema. Pero eso pasó. Vaya si lo hizo. Tiene fecha, 2013, Copa y nombre, Simeone. Cuando suena en megafonía, el Bernabéu atrona a silbar: bien lo sabe. Él cambió el sentido a esa palabra: lo sacó de Carver, lo hizo película, Atleti sin miedo. En la primera parte son los guantes de Oblak. El Atleti no logra mover el balón con orden, pero sobrevive a los primeros 45 minutos.

Segunda parte. El portero salta como un gato para detenerle con el escudo un balón a Benzema. Sus manos siguen sin miedo, sosteniendo. Pero el Atleti continúa espeso y el portero no puede con todo: en la siguiente jugada sus guantes se rompen como la pared de una presa ante la presión del agua. Marca Pepe. El Atleti es una línea en blanco. Casi la llena Torres, con un desmarque. Pero no. Lo hicieron Thomas y Correa: salieron y cambiaron todo. ¿Miedo ellos? Son como el Cholo: esa no es palabra en sus diccionarios. Simeone, de hecho, va a sacar a Cerci, que espera en la banda. Entonces Griezmann se convierte en Juan, protagonista de aquella película, y lanza otra de sus flechas a la red de Keylor Navas para empatar. Lo veo, sonrío y pienso. “¿Quién dijo miedo?”. Ante este Atleti ni siquiera Carver se atrevería.