Sergio García se metió otra vez en la pelea por un major
A los 37 años optaba al primer grande de su carrera
De 1999 a 2017. Desde que le llamaban El Niño hasta ahora, que está prometido con Angela Akins, comentarista de golf. Sergio García lleva casi dos décadas peleando en los grandes con los mejores del mundo. Anoche lo volvió a hacer en el Masters de Augusta, en su salida 74 en un major, donde esta semana se concilió al fin con el National, que nunca había sido de su agrado hasta ahora. “No me gusta el campo, no es justo”, decía un visceral García en 2009.
Su mentalidad hacia el campo ha cambiado en los últimos años: “No tengo nada malo con Augusta. Mi mejora pasa por cómo he cambiado la forma de afrontarlo en los últimos tiempos, sobre todo en esta ocasión”. Sergio, que ha pasado por muchas fases en su carrera y ha estado a las puertas de un grande en todas ellas, esta ahora en la etapa de madurez: “En este campo tienes que saber que cometerás errores y tienes que pararte a pensar, tomarte una pausa, y seguir hacia adelante. Luego el National también te deja buenas oportunidades”. Así, y con un golf colosal, peleaba codo a codo con el inglés Justin Rose.
La historia de Sergio con los majors ha estado rodeada de tiros al palo. El primero fue en 1999, cuando, con 19 años, luchó con Tiger en el PGA
Moral “No sé ni lo que podría significar unirme a Seve y Olazábal”
de Medinah y acabó segundo. Jugaba con una camiseta que ahora venderían en una tienda vintage y su golf era refrescante. En esa época conoció a Seve. En 2007 fue cuando estuvo más cerca y sufrió un durísimo revés. Sucedió en el Open Británico en Carnoustie, donde una corbata le apeó de la Jarra de Clarete en el cuarto hoyo de desempate ante Harrington. En 2008 el irlandés le volvió a doblegar en el PGA.
En 2014 también fue segundo en un British, pero sus opciones fueron muy diferentes a las que ha tenido la pasada semana en Augusta, donde no se bajó de los puestos de cabeza ni un solo día. Destrozó la maldición del sábado de movimiento (tenía un promedio de 74.92 golpes).
Por Seve. Y ayer, el día en que Ballesteros habría celebrado su 60 cumpleaños luchó por el Masters, por unirse a Seve y Olazábal en la lista de ganadores españoles: “Eran mis ídolos cuando era un niño. Significaría mucho unirme a ellos. Bueno, ni siquiera sé lo que podría significar unirme a ellos como ganador de un Masters”.