Los culés echan de menos a Messi en los grandes choques
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■ Lionel Messi sigue imponiendo respeto a sus rivales, aunque el miedo va desapareciendo. Los números dicen que es el máximo goleador en Liga (27) y Champions (11), pero su magia ya no es la de años atrás. Desborda, no se esconde, sabe cómo asistir (Iniesta tuvo el empate a uno tras un servicio mágico) y asume responsabilidades. Messi tuvo fogonazos tremendos en partidos importantes esta temporada, aunque no en todos los que se les esperaba. Ante el Real Madrid en el Camp Nou (1-1) o el Atlético en el mismo escenario (1-1), al culé le quedó la sensación de no haber visto la mejor versión del crack. También apareció esa sensación cuando el Barça remontó el 4-0 de la ida de octavos ante el PSG; aquella histórica noche vivida en el Estadi el foco fue exclusivo para Neymar, que desde hace un par de partidos (en Granada y en Turín) se quedó lejos de su mejor versión.
En cambio, en el Vicente Calderón, Messi fue clave para que el Barça se alzase con el triunfo (1-2). Quiso ganar el partido y resultó clave cuando el Atlético se puso por delante. Él ideó y acabó rubricando la remontada que le dio vida al Barcelona en el campeonato doméstico, aunque tras la última derrota en La Rosaleda de Málaga (2-0), esa ilusión también se ha ido desvaneciendo poco a poco.