AS (Galicia)

Imparable Movistar: reina en Europa por cuarta vez

Aplastó al Sporting con una goleada de escándalo: 7-0

- JUANMA LEIVA ALMATY

Histórico El Movistar logró la mayor renta de siempre en una final

El Movistar completó un partido perfecto para meterle una goleada (7-0) al Sporting de Portugal y conquistar su cuarta UEFA Futsal Cup. Rivillos y Ricardinho, dos veces, Gadeia, Lolo y Rafael marcaron en el regreso del equipo español al trono europeo.

El Movistar Inter hizo honor a su historia, esa que dice que es el mejor club de la historia de este deporte. Conquistó su cuarta Copa de Europa (UEFA Cup) en Almaty (Kazajistán) con una superiorid­ad aplastante ante un Sporting (70) que fue un juguete roto en manos de unos jugadores formidable­s. Porque esta vez no hubo nombres propios, la gloria fue colectiva. Todos y cada uno aportaron su granito de arena para entrar en la historia del club más laureado de todos los tiempos.

Desde el principio, el Movistar salió bien plantado, bloqueando la salida del Sporting (al portero-jugador Marcao le costaba horrores subir al ataque) y creando las primeras oportunida­des. Humberto, con un remate en plancha, y Rivillos, de jugada ensayada que sacó Leo bajo palos, dieron los primeros avisos. No tardaría en llegar el gol, obra de Gadeia, aunque fue Humberto el que se lo dio después de un control espectacul­ar y una asistencia medida.

El Sporting quedó tocado. Sólo Merlim, que encaraba continuame­nte en la banda, parecía con calidad suficiente para desequilib­rar. Un tiro que tocó el poste de Herrero inquietó, pero el peligro del Sporting se quedó ahí. El Movistar, en cambio, seguía a lo suyo y anotó el 0-2 antes del descanso. Un pase de Ricardinho le valió a

Lolo para batir por bajo a Marcao. Los madrileños tenían el absoluto control del partido al descanso.

Y lo que era un dominio claro pasó a ser aplastante en el segundo tiempo. En gran parte, porque la estrategia de los españoles empezó a dar sus frutos. Primero, en una falta que transformó Rafael en el 0-3 a pase de Ricardinho, que sin ser el decisivo de las semifinale­s (no lo necesitaba su equipo), aprovechó para dejar su firma y celebrar su reciente balón de oro cediéndose­la de tacón. Ortiz, el otro héroe del Kairat, lo hacía a continuaci­ón para Rivillos, que penetraba en la dormida defensa lusa y batía a Marcao.

Sólo el orgullo hizo que el Sporting lo siguiera intentando, cambiando a Marcao por Merlim como portero-jugador, pero era el día del Movistar, que no se inmutaba. Seguía haciendo su trabajo, sin fisuras, sin despistes. Incluido cuando más cerca estuvieron los lusos, que también chocaron con Jesús Herrero. Todos (Velasco usó al final a toda la convocator­ia) aportaron en una noche grandiosa que se cerró con la mayor goleada de la historia de la UEFA Cup para quitarse la espina de la pesadilla del año pasado en Guadalajar­a. El Movistar había completado el partido perfecto y regresaba al trono europeo. Al lugar que merece el mejor equipo de la historia.

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CELEBRACIÓ­N. La plantilla del Movistar explota de felicidad mientras el capitán, Ortiz, levanta el título que acredita al equipo como el mejor de Europa.
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