El Supremo ratifica: 21 meses de cárcel a Messi
El Tribunal le acusa de tener un comportamiento fiscal “insolidario”
El Tribunal Supremo ratificó ayer la condena de 21 meses de cárcel que la Audiencia Provincial de Barcelona impuso a Lionel Messi el 7 de julio de 2016 por fraude fiscal de 4,1 millones de euros en los ejercicios de 2007, 2008 y 2009. Su padre, Jorge Horacio, vio reducida la pena a 15 meses de prisión. El Supremo confirma también la multa de dos millones de euros impuesta al delantero y rebaja de 1,5 millones a 1,3 la de su progenitor. Los Messi abonaron ya la sanción tras la sentencia de la Audiencia de Barcelona, que tiene la potestad de decidir si Messi ingresará en prisión por esa condena de 21 meses. En principio, y al no tener antecedentes, no lo hará.
El TS puso así fin con esta sentencia firme a semanas de tensa espera ya que el Tribunal se dio unas semanas más de las previstas para dar su veredicto. Messi fue juzgado por no haber tributado en España ingresos por valor de 10,1 millones procedentes de sus derechos de imagen. Los magistrados del Supremo cuestionan que los asesores fiscales del jugador fueran excluidos de la acusación. Además, la sentencia incluye dos votos particulares de los magistrados Luciano Varela y Andrés Palomo, que entienden que el fraude de Messi debió considerarse “delito fiscal continuado”. Un tercer magistrado de los cinco que han formado la sala, Alberto Jorge Barreiro, firma un “voto concurrente” sobre esa cuestión (un voto concurrente no coincide con la argumentación mayoritaria pero acepta la decisión final adoptada). Eso sí, según el mismo Supremo, aunque se hubiera seguido el rastro de “delito continuado”, la pena de cárcel no hubiera aumentado.
El Tribunal Supremo sí le reprocha a Messi, sin embargo, su ilegal comportamiento tributario, que califica de “insolidario”. Los magistrados no admiten que, como alegó el jugador, fuera ajeno a las maniobras fiscales de sus asesores: “No resulta acomodado a lógica admitir que quien percibe importantes ingresos ignore el deber de tributar por ello”. Y recuerda que el delantero empezó a firmar contratos de cesión de derechos de imagen cuando era menor, pero siguió firmándolos cuando cumplió la mayoría de edad y aseguran que el futbolista “intervino personalmente en muchos de los contratos que se iban sucediendo” y que eso “revela su plena consciencia de que ese camino llevaba inexorablemente al insolidario resultado de la defraudación fiscal”.
Alivio
Al no tener antecedentes la Audiencia Nacional no dictará prisión