El Molinón deja reflejado el desencanto de la afición
El estadio perdió espectadores con el paso de la Liga
Los números no engañan y el dato de asistencia al estadio El Molinón refleja el desencanto de los seguidores sportinguistas con su equipo conforme fue avanzando una temporada que ha concluido con el descenso del Sporting a Segunda División.
El estadio más antiguo del fútbol español vio cómo fue perdiendo espectadores con el paso de las jornadas de la Liga hasta registrar una media de asistencia inferior a la de hace un año, con 23.110 aficionados, según los datos facilitados por el club en cada partido. La media de público en mayo de 2016, cuando se consumó la permanencia en Primera, fue de 23.526 espectadores.
Más aún, el ‘efecto Rubi’, lejos de fidelizar a la afición en cada jornada, fue perdiendo adeptos en la ribera del Piles. Así, con Abelardo en el banquillo, el equipo ‘llevó’ al estadio un promedio de 23.523 espectadores en la primera vuelta; mientras que en la segunda vuelta, ya con el cambio de entrenador, se perdieron unos 800 aficionados de media en las gradas. Exactamente fueron 22.738 las butacas ocupadas en la fase decisiva del campeonato liguero.
La pasada campaña tuvo menos espectadores en la primera vuelta que en la segunda. Así, se registraron 23.144 de promedio hasta el mes de enero, mientras que se produjo una subida de unos 700 aficionados para la segunda vuelta, en concreto 23.870.
La pérdida de espectadores también se dejó notar en los partidos. Este año no se pasó en ningún encuentro de los 26.000 aficionados (el mejor registró fue ante el FC Barcelona, con 25.899), mientras que el ‘Sporting de los Guajes’ tuvieron dos jornadas con más de 28.000 (Madrid y Barça) y otras dos por encima de los 26.000 (Eibar y Villarreal).
Con todo, el Sporting puede presumir hoy de jugar en uno de los estadios de Primera con mayor cantidad de público. El Molinón ha ocupado el octavo lugar en asistencia media en esta campaña 2016-17, solo superado por los estadios Camp Nou, Bernabéu, Calderón, San Mamés, Mestalla, Pizjuán y Villamarín.
Relevo El ‘efecto Rubi’ no mejoró el apoyo del público al equipo