“Una vuelta de honor y oír ‘Joseja oé’, inolvidable”
Hombrados rememora en AS sus recuerdos del Calderón
Para José Javier Hombrados (Madrid, 1972), el Calderón no es sólo el escenario donde ha visto grandes tardes de fútbol. También ha formado parte de la familia rojiblanca como jugador de balonmano y se le acumulan los recuerdos. “El estadio está muy presente en mi vida. Sin ir más lejos, el día que entro a formar parte del club (1990) firmo mi contrato en el Calderón. Y luego allí nos reuníamos, de allí salían los viajes, cuando montaron el restaurante hacíamos las cenas de equipo… Recuerdo en Navidad que la plantilla posaba con un mensaje en el vídeo-marcador y con Jesús Gil y Cerezo. Formábamos parte de una familia espectacular. Todos esos momentos quedarán para siempre”. Precisamente el balonmano, fuera ya del Atlético (dos etapas en el club, 1990-93 y 2011-13), le impidió asistir con mayor frecuencia al Calderón. Pero dentro de la “familia” vivió momentos espectaculares, de los que se visualizan con cerrar los ojos. “Ganamos la Supercopa (2011) y lo celebramos en el estadio. Fue espectacular. Se me ponen aún los pelos de punta. Estábamos dando la vuelta de honor con el trofeo y los de protocolo nos metían prisa. Se empezó a cantar ‘Joseja Hombrados oé’, imagínate. No me quería ir, claro. Nunca lo olvidaré, no pensé que viviríamos otra vez los buenos recuerdos del balonmano de los 90…”.
Hombrados asume el traslado al Wanda Metropolitano, pero asume la sensación de vacío que ya nota dentro toda la afición del Atlético: “Precisamente ayer hice unas impresiones en DIN-A3 del Calderón, que me las pidió mi hijo. Es ley de vida, lo nuevo aparece y mejora lo viejo, pero es que lo viejo tiene mucha historia y da pena dejarlo atrás. Se va algo que ha sido parte de nuestras vidas, cómo no vamos a estar tristes”. Y para muestra, el partido contra el Athletic. “Fue muy especial, la gente disfrutó, pero los sentimientos se acumulaban. No soy de llorar, pero estuve muy emocionado todo el encuentro. Y claro, los goles de Torres nos pusieron los pelos de punta”, rememora el mítico guardameta, hoy guardián de la portería del Guadalajara y socio del Atlético de fútbol. Y relata, con nostalgia y resignación, sus despedidas de color rojo y blanco: “Cerré el primer ciclo del balonmano del Atleti, el segundo, el Magariños, ahora el Calderón...”.
Familiar “En el estadio firmé mi primer contrato en el Atlético”
Emotivo “Los goles de Torres contra el Athletic nos emocionaron a todos”