Una buena elección a priori
El fichaje de Miguel Torrecilla por el Sporting ha sorprendido a todos. Su buen trabajo en el Celta elevó su caché y el acceso a un perfil como el suyo era poco menos que impensable para muchos en Gijón, porque se trata de uno de los secretarios técnicos o directores deportivos con mayor reputación en el escaso mercado nacional para este cargo. Torrecilla mantiene ese nivel incluso después de que no haya cumplido las expectativas en el Betis, donde consideran un fracaso la política de fichajes de esta temporada que ha tenido, sin duda, su responsabilidad y su firma. Parece claro que, de haber triunfado en el club verdiblanco, es difícil que hubiera podido salir.
Con todo y a priori, la elección de Torrecilla parece buena y esperanzadora para Mareo. La espera pudo haber merecido la pena porque su trabajo anterior le avala sobradamente. No son pocos en el sportinguismo los que sienten envidia sana de la situación del Celta y la situación actual del equipo vigués tiene mucho de ‘culpa’ el nuevo máximo responsable de la parcela deportiva del Sporting.
Eso sí, como siempre en el fútbol, serán los resultados los que juzguen su labor. De ello sabe mucho ya Nico Rodríguez, que llegó avalado también de éxitos --aunque a menor escala-- y al que le han condenado los resultados de esta campaña. Habrá que esperar, por tanto, a emitir juicios.