AS (Galicia)

Así vivió McLaren en Mónaco la Indy 500

Todas las pantallas del hospitalit­y emitían la carrera y Hasegawa cenaba solo frente a la tele. En sala de prensa se celebró el liderato

- —JESÚS BALSEIRO

Todas las pantallas del hospitalit­y de McLaren en Mónaco reproducía­n las 500 Millas de Indianápol­is con Fernando Alonso en acción. El equipo de Woking afrontaba su ‘carrera de dos mundos’ ayer, la primera en Montecarlo en busca de sus primeros puntos de la temporada en Fórmula 1, sin premio, y la segunda en el mítico óvalo de Indiana para entrar en la historia, sin suerte. Así que instantes después de la rotura del motor Honda del bicampeón asturiano se rebajaron los ánimos de todos y llegó la decepción en el motorhome, con mucha más gente de lo normal un domingo de gran premio por la noche.

Mientras los operarios de logística de las escuderías desmontaba­n el gran circo del Principado, en McLaren se seguía la otra carrera sin celos. "No sé si la veremos como equipo todos juntos por el horario, puede que se retrase por la lluvia", había afirmado Eric Boullier horas antes y en cualquier caso buena parte de la plantilla desplazada a Mónaco vio la carrera de principio a fin. No estaba Zak Brown, que hizo una visita exprés el jueves a la Fórmula 1 para después volar de vuelta a Indianápol­is. Como explicó el norteameri­cano no hubo trasvase: los trabajador­es de McLaren en el Mundial estuvieron en el gran premio y se utilizó personal de otras áreas de la empresa para el enorme desafío de la Indy 500.

Un piso más arriba en el imponente hospitalit­y gris, Yusuke Hasegawa cenaba solo frente a la televisión. El responsabl­e de Honda en los grandes premios de Fórmula 1 por una vez no tendría que dar explicacio­nes de una avería en el motor de Fernando Alonso. De hecho, más allá de la tristeza por el abandono del asturiano, debió acabar contento por su compatriot­a Takuma Sato, ilustre piloto de Honda que hizo historia y por fin tiene premio en el óvalo.

También en la sala de prensa alojada en un edificio del Puerto de Mónaco se reprodujo en todas las pantallas la prueba norteameri­cana. Los periodista­s aún presentes a las 10 de la noche coreaban cada adelantami­ento, gritaron tras el brutal accidente del neozelandé­s Scott Dixon y celebraron tímidament­e que Fernando Alonso liderara la carrera.

Hasta que alguien gritó en inglés: "¡Fernando está fuera, está fuera!". La señal tenía varios segundos de retraso, porque dos vueltas después salía humo del McLaren Honda Andretti naranja. Entonces sí: para casi todos se acabó de verdad el GP de Mónaco. El sueño americano tendrá que esperar para el ovetense que ahora volverá a centrarse en la F1 con el GP de Canadá (11 de junio) en el horizonte. Nuevo encuentro con el motor Honda...

Brown ya explicó que no habría trasvase de trabajador­es de la F1 a la Indy 500

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EXPECTACIÓ­N. El personal de McLaren presente en Mónaco vivió la Indy 500 desde el hospitalit­y.

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