Urdaibai, la escuela de fútbol de Urizar que obliga a conocer las reglas del juego
Maneja seis equipos y 320 niños y promueve el respeto arbitral ●Los padres y técnicos participan en charlas
Isilik!”. La palabra en euskera (“silencio”), en tono imperativo, va acompañada de un giro de cabeza de un joven futbolista cuando escucha a sus padres en la grada protestar una decisión arbitral. En estos tiempos del fútbol en los que proliferan los incidentes entre rivales, o con los árbitros, o, bajando al peldaño de principiantes, entre los propios padres de los jugadores, conviene desviar la mirada hacia una entidad singular a nivel mundial: el Urdaibai Club de Fútbol.
Conocidas son las inquietudes del excolegiado internacional Ilbon Urizar Azpitarte por sembrar la mayor concordia entre los implicados en el fútbol: público, jugadores, árbitros… Fue madurando una idea de fundar una entidad pionera en la formación del futbolista como persona y que este propósito corriese paralelo al de la educación deportiva. Y en 2013 por fin vio la luz ese esbozo, de forma humilde, con un equipo en categoría cadete y otro en juvenil. Se puso manos a la obra con cinco padres como directivos, dando forma a un boceto considerado hoy ejemplar. Se demuestra así que no está todo escrito en este bello deporte.
La primera consigna de comportamiento es ayudar y respetar a los colegiados. La entidad radicada en la localidad vizcaína de Gernika tiene como norma de obligado cumplimiento desde cadetes que sus jugadores se familiaricen con las reglas de juego impartidas por el Comité de Árbitros y luego se examinen ante Aitor Villate, juez de línea de Primera, para obtener un certificado de la Federación Vizcaína. “El que no quiera pasar este requisito, ya no juega”, zanja Urizar. Uno de los chicos, Julen Karrion, acertó las 20 preguntas formuladas. Una idea innovadora que por educativa ya ha llamado la atención a la Federación Española.
Sanciones. Las normas en el Urdaibai son estrictas y rechazan a los que dan patadas en los vestuarios; los que insultan o faltan al respeto en los entrenamientos a entrenador, directivos, padres y compañeros; los que exhiben carteles ofensivos en el campo; y las ofensas, protestas y acciones antideportivas en los partidos… Si se reciben tarjetas por actitudes irrespetuosas, el jugador se hace cargo del coste económico y el club impone una pequeña sanción.
Además, la entidad vizcaína llegó a un acuerdo con la Universidad de Mondragón. Dentro de este centro se encuentra Mondragón Team Academy (MTA), una red mundial de más de mil emprendedores en equipo que aspiran a crear un impacto radical positivo de forma conjunta a través de sus pasiones. Esta se encarga de introducir a los muchachos en comportamientos de trabajo en equipo, la enseñanza de tecnologías nuevas y el compañerismo. No se descuida la faceta de la Educación Física, con una eminencia como Manolo Delgado, conocido por su
“El ambiente es acogedor y nos enseñan sobre todo a respetar”