Toña Is: “Nuestra Eurocopa de 1997 marcó un antes y un después”
Jugó la primera Eurocopa de España hace 20 años y ahora es la segunda seleccionadora, ayudante de Vilda
AToña Is (Oviedo, 1966) le ha tocado vivir en el fútbol el papel de pionera. Lo fue en 1997, al disputar la primera Eurocopa femenina de España. También hace dos años al convertirse en la primera seleccionadora de la Real Federación Española de Fútbol. En este tiempo ha conquistado al frente de la Sub-17 dos platas, en los Europeos de 2016 y 2017 y un bronce en el Mundial de 2016.
20 años después vuelve a una Eurocopa Absoluta. Lo hace junto a Jorge Vilda, como segunda seleccionadora. “Han pasado muchos años y me vienen a la mente muchos recuerdos, imágenes de algunos partidos… Fuimos las primeras en clasificarnos para una fase final (se jugó en Noruega y Suecia). Nuestra Eurocopa marcó un antes y un después”, relata. También recuerda que se enteraron de que eran terceras después del torneo: “En la otra semifinal el otro equipo había perdido por más diferencia de goles y al cabo de un tiempo UEFA nos comunicó que éramos terceras”.
Durante años alternó su trabajo como policía local de Oviedo con el fútbol. Cuando empezó a trabajar como seleccionadora, hace dos años, pidió la excedencia: “En aquella Eurocopa ya trabajaba de policía. Ahora estoy viviendo la Eurocopa desde el otro lado. Es una satisfacción que las jugadoras ahora sean profesionales o semiprofesionales”.
Era central y jugó durante casi toda su vida en el Oviedo Moderno, pero no fue hasta 2015 cuando dio el salto al banquillo. Su condición de exinternacional de la Selección le permitió sacarse la licencia UEFA-PRO en los cursos de la Federación Española de Fútbol para exinternacionales. Nada más terminar empezó a trabajar con las selecciones españolas femeninas y desde 2015 es la seleccionadora Sub-17.
“No me hubiera imaginado en 1997 que 20 años después iba a volver a una Eurocopa como segunda entrenadora de la Absoluta. Entonces ni siquiera pensaba en hacerme entrenadora. Luego te puedes ver entrenando a un club de tu barrio o a una selección territorial, pero después de acabar el curso no pensé que podría llegar tan lejos tan pronto. En estos dos años me están pasando muchas cosas buenas. No puedo pedir más. Es un sueño hecho realidad”, reflexiona. Reconoce que para hacer este sueño realidad ha sido fundamental el apoyo de su marido y su hija de 15 años: “Están tan emocionados como yo. Estar tanto tiempo lejos de ellos es un sacrificio, pero lo llevamos bien porque entienden que el fútbol es mi vida".