Giancarlo Antognoni: el ‘Único 10’ para la afición ‘viola’
Jugó 15 años en la Fiorentina
Giancarlo Antognoni,
más que una leyenda de la Fiorentina, podría definirse como el alma del conjunto viola. Nacido en Marsciano (Umbria,
1954) era un hincha del Milán y fan de Gianni Rivera. Después de haber pasado por el Torino, acudió a la Fiorentina en 1972. ¿Su papel? Mediapunta, trequartista, según otros hasta
regista. Le apodaron ‘el chico que jugaba mirando a las estrellas’, por su costumbre de tener siempre la cabeza bien alta. Con el club florentino disputó 429 partidos (341 en la
Serie A, récord de la entidad) y marcó 72 goles. Gracias a sus grandes actuaciones de viola, conquistó un sitio importante también en la Nazionale: con 73 presencias, es el jugador que más partidos internacionales ja jugado sin haber ganado nunca un scudetto. Con la Fiore, en sus 15 temporadas, apenas logró una Copa italiana, mientras que con Italia estuvo entre los protagonistas del triunfo en el
Mundial de España 1982.
Eso sí, la aventura española también le costó una de sus decepciones más grandes: una lesión (y en su carrera hubo demasiadas) sufrida en la semifinal ante Polonia, le apeó de la final ante Alemania. Tras una experiencia en el Lausanne suizo colgó las botas y, en 1990, empezó su ‘cursus honorum’ en la directiva de la Fiorentina. Su obra maestra fue el fichaje de Rui
Costa, aunque en 2001, tras la destitución de Terim por parte del presidente
Cecchi Gori, dimitió. Luego ocupó varios puestos en la Federación italiana, hasta que el pasado 2 de enero volvió al equipo de sus amores, del que ahora es el manager, dándole una alegría a sus hinchas. La Curva Fiesole del Franchi le abrazó con un maravilloso tifo: “Único 10”. Lo dice todo.
Leyenda
Campeón del mundo en el 82, jugó 341 partidos de Serie A en la Fiore, récord