Los lobos del sprint
Trentin remontó a Lobato ● Caídas de Pozzovivo y Dani Moreno
Matteo Trentin prolongó el festival del Quick Step en la Vuelta 2017. Dos de cuatro. El sábado: el equipo acabó segundo la crono de Nîmes. El domingo: victoria y maillot rojo para Lampaert en Gruissan. El lunes: segundo puesto de De la Cruz en Andorra y en la general. Y ayer, en Tarragona: dominio del italiano en la primera llegada masiva. Trentin remontó en la última recta a Lobato, que lanzó el sprint con potencia, pero demasiado lejos. Así fue el desenlace en la primera meta española, en la que el pelotón se tomó cierto respiro, sólo alterado por algunas caídas, entre ellas las de Pozzovivo y Dani Moreno, dos hombres fuertes de la general.
Trentin, velocista, rodador y clasicómano de 28 años, ha aterrizado en forma en la Vuelta. El domingo ya fue segundo, tras Lampaert, y este mismo mes venía de imponerse en Belorado en la Vuelta a Burgos. Con su triunfo en Tarragona, el ciclismo goza de un nuevo integrante en el selecto grupo de vencedores de etapa en las tres grandes. Su palmarés ya lucía dos victorias en el Tour (2013 y 2014) y una en el Giro (2016). Bienvenido al club.
Después de la batalla de las dos últimas jornadas, el domingo contra el viento y el lunes en los Pirineos, hubo tregua camino de Tarragona, otra ciudad romana, como esa Nîmes que había impulsado la carrera tres días antes. Un corto periodo en el que algunos ya han perdido una buena parte de sus aspiraciones. Principalmente Contador, que por la mañana todavía se preguntaba cómo había podido ceder 2:33 minutos en el primer contacto con la montaña. Alega problemas digestivos. Igual que Majka, otro damnificado. Aún tienen esperanzas de dar guerra, pero las grandes son un mal sitio para recuperar. Normalmente no vas a mejor. Si acaso, lo contrario.
También se vivía una incómoda resaca en el Movistar. Sin Nairo y Valverde en su alineación, la Vuelta 2017 presentaba una oportunidad dorada para dos jóvenes, ambos ganadores del Tour del Porvenir: Rubén Fernández y Marc Soler. Pero los dos cedieron más de 14 minutos en Andorra y ahora tendrán que cambiar de objetivos. “He venido a aprender”, se consoló Soler. Dura lección. Sólo dos veteranos, Moreno y el renacido Betancur, mantuvieron el tipo en la montaña, a menos de dos minutos. La alegría duró poco para el madrileño, que un día después ha rodado por los suelos, a sólo 200 metros de la zona técnica que hubiera protegido su tiempo. Moreno partió de Escaldes a 1:20 de Froome y ahora se distancia a 2:58. Mucho peor le fue a Pozzovivo: era noveno a 43 segundos y ha retrocedido a 4:08.
Homenaje. La etapa tarraconense resultó especial para el Movistar por otra razón. A 30 kilómetros de la meta, el sprint de Valls estaba dedicado a su hijo Xavi Tondo, fallecido en 2011 en Sierra Nevada. A este punto para el recuerdo llegaron dos ciclistas fugados, Rubio (Caja Rural) y Rossetto (Cofidis), por ese orden, ante la presencia de los castellers de la Colla Jove Xiquets. Valls se volcó en el homenaje. Ambos habían salido de un quinteto que completaron Schultz (también del Caja Rural), Osorio (Postobón) y Le Bon (FDJ). A ocho kilómetros del final fueron devorados. Era una fecha para los lobos del sprint. Para Lobato y el lobo feroz. El triunfo de Trentin en Tarragona le permitió entrar en el club de ganadores en las tres grandes rondas.