Froome juega al despiste

Chris Froome está jugando al despiste. Su forma de correr es engañosa. Lo demostró ayer en la subida a Calar Alto. Estaba que no estaba. Parecía que no iba. Puso a Nieve a tirar para quitarle el viento y acabó pidiendo su ayuda para no perder la rueda de los gallos. Pero cuando llegó el acelerón respondió. Siempre lo hace. Había dos partes duras en el puerto: el comienzo y los dos últimos kilómetros. Ambas las solventó con entereza y entre medias se tiró un farol. Él y Nibali, que cada día irá a más porque el recorrido le favorece, se jugarán la victoria final.

El gran damnificado de la jornada fue el Orica australiano, que hizo el trabajo sucio de abortar la escapada y lo pagó con Chaves perdiendo 2:05 y Yates 9:13. Una minutada que deja a Contador con opciones de podio. Tiene al colombiano a 1:22 y se vienen puertos largos. De los que le gustan. El primero, La Pandera, este sábado. Doce kilómetros al 7,3%. Y el domingo, Hoya de la Mora, un coloso de más de 19 kilómetros con un comienzo muy duro y rampas del 5,6% de media. Si le atacan desde el principio, como hoy, Froome podría sufrir. Y Contador tener su día de gloria. Saldremos de dudas este fin de semana, cuando se cierre el tríptico andaluz que comenzó hoy y que va a comenzar a decidir esta Vuelta a España.