España se reconoció en Iniesta e Isco
Enorme actuación de ambos ante una Italia penalizada por el 4-2-4
La mejor España. La Selección que maravilló al mundo se personó ante Italia. No sólo ganó, también impresionó por su nivel futbolístico. El juego gravitó en la sensatez de Busquets e Iniesta y en la genialidad de Isco.
Jugar sin balón. España desmadejó a Italia a través de los constantes cambios de posiciones de Silva, Isco y Asensio en el ataque. La vacilación azzurra sobre si seguir o no las marcas estimuló la generación de espacios.
Línea abierta. A Italia le descolocó la movilidad del trío ofensivo español. Iniesta, sin un rival que le encimara, encontró a Asensio liberado en la falta que originó el 1-0.
Aparición. Isco irrumpió desde atrás y ofreció una salida sencilla a Iniesta en la jugada del 2-0. La defensa italiana estaba hundida e Immobile no le siguió.
Ventaja por dentro. Tuvo ritmo la Selección, empujada por su superioridad numérica en la medular. Equivocó Ventura el tiro al desplegar un equipo tan valiente bajo ese 4-2-4 y difuminó a Verratti y De Rossi, poco operativos.
Arquitecto. La trama del partido benefició a Iniesta. Se asoció con todos y enlazó con Isco y Asensio en el último tercio del campo. Sólo erró dos pases. Un Isco colosal mejoró su obra y reivindicó a una España ilusionante.