El Sporting se pasea ante un Nàstic que hizo aguas
Los asturianos vencen 0-4 tras ofrecer un recital ofensivo
No hay excusas. Este Nàstic no carbura y además, no compite. El conjunto de Lluís Carreras fue un juguete roto en manos de un Sporting inmensamente superior y al que le bastó la primera mitad para sentenciar el encuentro y seguir confirmando que es uno de los grandes favoritos a luchar por el ascenso a final de temporada. De momento, se acostó líder.
El Nàstic apareció atrevido en el terreno de juego, pero fue un espejismo porque a partir del 7’ se desató la tormenta. Delgado pidió un penalti inexistente de Lora y acto seguido, Xavi Molina hizo el 0-1 en propia portería. Una acción repleta de mala suerte que llenó de negatividad la frágil mentalidad de un Nàstic que acabó destruido. No tardó en exceso el Sporting en hacer el 0-2. Fue en el 15’ y tampoco necesitó crear una jugada demasiado elaborada porque marcaron en dos toques. Carmona puso el balón a la espalda de Perone y ahí lo recogió un Stefan Scepovic que aprovechó la mala salida de Perales para superarle. La afición grana ya empezó a mostrar su malestar con tímidos silbidos, pero con el 0-3 al borde del descanso, la bronca fue inapelable. Y más teniendo en cuenta que llegó tras un error imperdonable de Perone. No controló bien el balón y Rubén García lo recogió al borde del área y marcó con un disparo cruzado. Los jugadores del Nàstic agacharon la cabeza y aguantaron el chaparrón tras una primera mitad para el olvido.
La segunda parte siguió siendo un suplicio porque Santos, Rubén García y Carmona hacían un roto en la zaga del Nàstic cada vez que se presentaban en campo contrario. Cada pérdida de balón grana, el Sporting lo convertía en una ocasión y, en el 62’, Perales hizo un penalti (clarísimo) a Santos. Él mismo tomó la responsabilidad y puso el balón en la escuadra derecha (0-4). Omar Perdomo pudo lograr el tanto del honor al final, pero no era el día. Ya son colistas.
Regalos Molina se hizo el 0-1 en propia portería y Perone falló en el 0-3