El Logroño, invitado de lujo a la fiesta del Barça
El único equipo que ganó a los azulgrana, su rival
La última vez que el Barcelona perdió contra un equipo español fue hace más de cuatro temporadas, en la pista del entonces Naturhouse. Desde entonces, 145 victorias entre ligas y copas. Un dominio hegemónico único. En la pista que más ha sufrido en los últimos tiempos (Quijote Arena de Ciudad Real) y frente al último equipo que le derribó (Ciudad de Logroño ahora), el Barça pelea hoy (17:00, M+) por su vigésima Supercopa.
Favorito único, el equipo azulgrana, que llega tras proclamarse en Qatar campeón del mundo. Ha sufrido cuatro bajas, más otra por lesión (Andersson), y aunque ninguno de los tres fichajes es titular (Donelec, Borges y Lenne), con lo que tenía le basta para ganar a equipos de primera fila.
Para el Ciudad de Logroño esta es su segunda final. La anterior también la perdió ante el Barcelona, en Valladolid, y tras haber presumido de ser el único equipo capaz de hacer sombra a los azulgrana en cuatro años, ahora es un mar de dudas: ha cambiado dos tercios de su plantilla (nueve jugadores), ha perdido a su patrocinador principal, y ya no juega la Champions.
Garabaya, voz autorizada para hablar de la final, asegura que “el Barcelona ha hecho un juego estupendo en la Super Globe”, y no miente cuando dice que tiene “una plantilla más larga en efectivos”, frente a un Logroño que ha perdido a Kappelin, Rocas, Vigo, Javi García, Langaro, Molina, Luisfe Jiménez, Peciña, Sanad, y no sabe cuándo recuperará a Cacheda. No ha fichado mal, con la recuperación de Del Arco y Castro, la contratación de Paredes, con el argentino Chiuffa, con el croata Kusan y con el portero checo Krupa. Y otro punto interesante: es la plantilla más alta de la Liga, con siete jugadores de más de dos metros.