El Sky salvó a su líder: “Le costaba ir a rueda”
Froome: “Pagué el esfuerzo de la contrarreloj”
Pocas veces se ha visto a Froome llegar a una meta como lo hizo ayer a la cima de Los Machucos. Con la cabeza agachada, los ojos hundidos y boqueando en busca de oxígeno, cruzó la línea precedido de un Mikel Nieve al que parecía que le habría seguido la rueda hasta el infinito. Cuando levantó la vista, vio a su gregario y le felicitó con una palmada. “No tuvo su mejor día, me iba diciendo que mantuviese el ritmo, que no diera tirones, pero era difícil porque es un puerto que va a rampas: un cuestón, y un descansillo... Yo miraba para detrás y le veía que sufría a rueda. Es una situación difícil, porque vas dándolo todo. Pero salvamos el día gracias a que él está muy bien”, comentó Nieve a AS mientras su líder todavía intentaba recuperar el aliento a unos metros de distancia.
A la sala de prensa Froome acudió, ya con gesto más relajado, comiendo sandía. Hubo unos instantes en los que los periodistas sólo observaban en silencio cómo el líder se alimentaba. “La típica etapa de la Vuelta”, dijo con una sonrisa cuando se le preguntó sobre la jornada. “Aún sigo en una situación fantástica, con más de un minuto de ventaja sobre Nibali, y quiero seguir esta línea para llegar de rojo a Madrid”, analizó viendo el lado positivo, pero era obvio que había sufrido en la ascensión: “Sabíamos que iba a ser duro, creo que pagué los esfuerzos de la crono”.
Pero la convicción de que esta es ‘su’ Vuelta no disminuye: “Estoy bien. Tengo cuatro Tours y ninguna Vuelta porque otros años sólo me centraba en ganar allí y aquí venía a sobrevivir”. No obstante, ayer tuvo que realizar otro ejercicio de supervivencia en Los Machucos.