Sólo es una cuestión de números
En una negociación siempre hay que ceder. Las dos partes deben reconsiderar su postura inicial para tratar de llegar a un acuerdo. El problema llega cuando la operación se enquista, cuando nadie está dispuesto a ceder ni un centímetro más. Y ésta es la situación real en los casos de Radoja y Wass. Ni el Celta está dispuesto a ofrecerles un euro más, ni los jugadores pretenden rebajar sus pretensiones ni un mísero céntimo. Llegados a este punto, donde hasta el orgullo se presenta, el camino se queda sin salida. Miñambres habló ayer de negociaciones paradas. Quizás sería más correcto hablar de negociaciones rotas. Pero eso sólo es una cuestión gramatical que poco importa.
La verdadera cuestión que importa ahora es la de los números. Las diferencias económicas son importantes, pero no insalvables. En Praza de España deben pensar si el esfuerzo merece la pena. ¿Encontrarán a jugadores de ese nivel por el precio que le niegan de subida de salario? Realmente, cuesta creerlo, aunque en el Celta parecen convencidos con su política de escalafones salariales. Luego está la otra parte. ¿Qué pasa si empiezan a ser suplentes? ¿O si bajan su nivel de forma alarmante? A los dos le restan dos años de contrato y pueden pasar muchas cosas en ese tiempo. Eso sí, lo mejor para todos es que el acuerdo se concrete pronto. Hay tiempo para un final feliz.