AS (Galicia)

Canelo y Golovkin, sin supremacía: hacen nulo

Tras un brillante enfrentami­ento, la revancha parece inminente

- ÁLVARO CARRERA LA CRÓNICA

Canelo Álvarez y Gennady Golovkin firmaron combate nulo (118-110, 113-115 y 114-114) en Las Vegas. Se vaciaron sobre el ring, buscaron el golpe letal... pero no llegó. “Gané siete u ocho rounds”, espetó el mexicano. “Quiero la revancha, una pelea de verdad”, replicó el kazajo.

Retumbaban los disparos en el desierto de Las Vegas. Al más puro estilo western, Saúl Canelo Álvarez y Gennady Golovkin se habían citado en un duelo decisivo. En juego estaba la supremacía del boxeo, sólo podía quedar uno. Los dos se vaciaron sobre el ring, buscaron el golpe letal... pero no llegó. Las cartulinas debían determinar al ganador. No lo hubo. Los jueces decretaron combate nulo (118-110, 113-115 y 114-114). Los púgiles se echaban las manos a la cara con incredulid­ad. “Gané siete u ocho rounds”, espetó Canelo. “Por supuesto que quiero la revancha, quiero una pelea de verdad”, replicó Golovkin. El descontent­o era general, hay muchas cuentas pendientes, la secuela es el único camino.

Canelo sale reforzado del pleito. El mexicano mostró su mejor boxeo. Las esquivas y las manos duras al contragolp­e fueron su mejor arma. Salió a mover a Golovkin, y éste pareció incómodo. GGG no arriesgó, temía las contras y decidió ir a ritmo. Poco a poco fue entrando en el combate, pero Canelo tenía ventaja. Ese inicio dio al mexicano mucha confianza, que se convirtió en temeridad. Su velocidad era mucho mayor que la del campeón y la utilizó para esquivar certeros golpes que pasaban sólo a unos milímetros de su cara. El destino podía haber cambiado, pero Canelo sabía que no encajaría un golpe letal.

Golovkin se fue viniendo arriba y dominó. Impactó con duras manos, pero ninguna fue la que finalizase el combate. Canelo erró al quedarse contra las cuerdas, y allí fue castigado. “No te quedes en las cuerdas, esa última mano que recibiste fue porque la buscaste”, le aconsejaba­n en su esquina.

Resistenci­a. Cambió de tercio el mexicano y apretó. Comenzó ahí una auténtica guerra en los cuatro asaltos finales. Canelo Álvarez estaba más entero, jugaba con Golovkin, quien nunca cambió de estrategia: buscó a su rival y el intercambi­o.

Los dos se regalaron precisos y duros golpes, pero hicieron gala de una tremenda capacidad de encaje y resistiero­n. En los tres minutos finales la guerra fue total, pero nadie cedía y no regalaron ni un segundo. Sabían de la igualdad que podía haber en las cartulinas y no se guardaron nada. Esperaron la decisión y compartier­on reacción. Canelo por el nulo, Golovkin también, pero sobre todo por la puntuación de Adalaide Byrd (118-110). Resultado irreal de la estadounid­ense que no pasó desapercib­ido para nadie... pero tocaba acatar y pensar en la revancha. “Volveré a tus brazos otra vez”, sonaba en el T-Mobile tras comunicars­e el resultado. El destino les volverá a unir.

Reforzado Canelo mostró su mejor boxeo con esquivas y contragolp­es

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain