AS (Galicia)

Un buen ciudadano que presume de serlo

El Renault Twingo se revela como un coche excelente en el tráfico urbano gracias a sus dimensione­s, una buena manejabili­dad y todas las ventajas del cambio automático

- RAÚL ROMOJARO LA PRUEBA

Un nombre clásico en la gama de que pretende mantener su vigencia en el segmento de los utilitario­s urbanos. El Twingo ha cambiado por completo para conseguir ese objetivo, aunque conservand­o en esencia la originalid­ad de su estilo, ahora con un diseño moderno y juvenil capaz de encandilar a muchos de los interesado­s en un vehículo de sus caracterís­ticas.

Mide poco más de 3,5 metros de longitud pero cuenta con cinco puertas (las traseras muy bien integradas) que dan acceso a un habitáculo de cuatro plazas. Su capacidad está en la media del segmento, es menos amplio que la verLas sión anterior por su configurac­ión mecánica. Su base es la misma que utiliza Smart con el forfour, por lo que el motor es posterior y tiene tracción trasera. El propulsor más potente es un gasolina de 0,9 litros y tres cilindros, que recurriend­o a la turboalime­ntación alcanza los 90 CV. Se trata de un rendimient­o correcto para un conjunto de poco más de mil kilos, así que el Twingo acelera con alegría en ciudad y puede mantener buenos promedios de velocidad en carretera.

En contrapart­ida, los consumos no son especialme­nte reducidos. Siendo cuidadosos con el acelerador se pueden quedar por debajo de los 6 litros por cada cien kilómetros, pero al exprimir más su pequeño motor la cifra puede aumentar de forma significat­iva.

suspension­es absorben bien las irregulari­dades, así que es un coche confortabl­e (sólo es algo molesto el ruido mecánico que llega al habitáculo, podría ser inferior) y que se defiende bien en trazados revirados. Su distancia entre ejes ha crecido, así que el aplomo en autovía tampoco defrauda, aunque al rodar a ritmos elevados la precisión de la dirección es mejorable.

Sin duda alguna, el escenario más propicio para el pequeñín de Renault es la ciudad. Gira en un palmo, las maniobras de aparcamien­to son sencillas por sus dimensione­s y la presteza de reacciones facilita superar los desafíos urbanos con buena nota. Si, además, se elige la versión con transmisió­n automática el resultado es ideal.

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IMAGEN ORIGINAL. El estilo del Twingo es desenfadad­o y juvenil, muy apropiado para un utilitario de su filosofía.
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