Cómodo triunfo ante un colista que dio facilidades
El Sporting no dio opción a un filial descarado al inicio
EI Sporting consiguió un cómodo triunfo sobre el colista que no sirvió para aclarar las dudas en torno al equipo de Paco Herrera. Mientras tuvo fuerzas, el filial del Sevilla plantó cara a los rojiblancos que, sin embargo, pudieron golear más ampliamente porque fallaron nada menos que dos penaltis.
El Molinón vivió un partido muy raro; sobre todo frío, por la falta de calor desde la grada por parte de una afición que sigue sin ver fino a su equipo. El paso de los minutos, las facilidades que concedió el rival y el nivel de exigencia que impusieron los locales permitieron encarrilar un encuentro que empezó a ver despejado el horizonte cuando llegó el primer gol. Mientras se celebraba el primero de los dos goles de Scepovic, Paco Herrera respoplaba mirando al suelo.
Los nervios pudieron con los locales durante la media hora inicial del encuentro, en la que tuvieron que sorportar una vez más los pitos de desaprobación de su público. El penalti que falló Scepovic, superado el cuarto de hora, enfrió más el ambiente y con poco fútbol se llegó al descanso.
Errores. El Sevilla fue descarado y merodeó la portería de Mariño al inicio, pero los errores defensivos condenaron al joven equipo de Tevenet. El segundo tanto, al poco de reanudarse el duelo y en una buena maniobra de estrategia que aprovechó Sergio a la salida de un córner, acabó por romper el encuentro para decantarlo de forma absoluta del lado gijonés.
Pudo haber goleada al final porque hubo ocasiones para ello. Sobre todo desde el punto de penalti. Curiosamente, cuando se pitó el segundo ya no estaban en el campo ninguno de los tres a los que tiene asignada Herrera la tarea de lanzar los penaltis. Carlos Castro recogió el balón y lo lanzó al estilo Panenka. Caro sacó el balón con el pie y El Molinón se enfrío de nuevo con su equipo.
La clave El gol de Sergio, tras el descanso, deshizo al joven equipo andaluz