Francis se adueña de la portería
Hace tres meses, en pleno verano, Pepe Mel definía a Francis como “la perla del Deportivo”. En Ipurua, el técnico madrileño decidió lanzar al mar al joven nigeriano que no sólo salió a flote, sino que navegó con firmeza para adueñarse de la portería. No realizó ninguna parada estratosférica, pero no cometió ni un solo error y regresa imbatido en su estreno en Primera con sólo 18 añitos. Y quizás, lo que es más importante: transmitió seguridad. Puede parecer que sea pedir poco, pero es muchísimo dada la esquizofrenia en la que vivía la portería blanquiazul. La decisión de Mel fue valiente, porque de salir mal los daños serían casi irreparables. Tyton, que duró un partido, en la grada; Pantilimon, que venía de ser titular en la victoria ante el Getafe, plantado en el banquillo; y Rubén, lesionado.
Francis no fue la única novedad, también se estrenó Albentosa. El central, que volvía a su antigua casa, estuvo seguro y firme demostrando que siempre se puede contar con él. A partir de ahí, un empate bien recibido en la caseta y bastante criticado fuera. Yo, como dijo Nadal tras caer ante Federer, prefiero ver el vaso medio lleno. El principal déficit del Depor estaba en su debilidad defensiva y sus desconexiones en casi todos los partidos. En Ipurua estuvo ordenado, intenso, sufrió poco y transmitió una imagen de equipo. Con todo, aún queda otro medio vaso por llenar. La racha de victorias fuera es para llorar (1 de 23), la producción ofensiva fue pobrísima y la posición y papel de Valverde es otro problema a resolver. Es necesario crecer más, cierto, pero es más fácil lograrlo cuando se hace como equipo.