El ‘temerario’ que cambió McLaren por Mercedes
Hamilton, vegano y paciente, recuperó su corona
La temporada 2017 no ha sido un paseo para Hamilton, a pesar de lo que diga su número de victorias. Ha sufrido, además frente a un rival de su nivel y una escudería con ganas de recuperar todo lo que era suyo. Pero Lewis es ahora otro piloto y otra persona: en modo zen, vegano, maduro y entregado a su equipo. La derrota frente a Rosberg hace ahora un año le desesperó, llegó a plantearse dejar Mercedes. Ahora su actitud tiene poco que ver: asegura estar en su mejor momento físico y deportivo.
Por eso no torció el gesto cuando en Mónaco, por ejemplo, su W08 no era capaz de calentar los neumáticos y le condenaba al séptimo puesto en la fiesta-doblete de Ferrari. O cuando Bottas vencía en Rusia y Bahréin y él quedaba fuera del podio. Su actitud fue ejemplar cuando cedió el tercer puesto al finlandés en Hungría al ser incapaz de adelantar a Raikkonen. Esperó, trabajó, no dio un paso atrás cuando Vettel parecía el otro alemán de Maranello. Y llegó su recompensa: su contrincante estalló.
Vettel y Ferrari estallaron. En Bakú, fuera de sus casillas, regalando una victoria por impacientarse en un atasco. En Silverstone, forzando a los Pirelli al límite hasta el pinchazo. En Bélgica, defendiéndose Lewis como el gran piloto que es con una maniobra que cambió la tendencia del campeonato. En Italia, decepcionando a miles de tifosi. En
Singapur, con aquel accidente que lanzó todo por los aires. En Malaisia y Japón, acusando problemas graves de fiabilidad... La batalla psicológica a la que se refería Lewis tenía consecuencias.
Orígenes. Nacido en 1985 en Stevenage, Inglaterra, con el nombre de Lewis Carl en honor al velocista Carl Lewis, Hamilton se inició en los karts con seis años a pesar del origen humilde de su familia. Sufrió acoso en el colegio, por eso es cinturón negro de kárate. Tuvo que devolver una PlayStation para comprar un casco mejor y su padre debía compaginar trabajos para poder soportar los costes de la carrera de Lewis. Se proclamó campeón nacional de kárting, ‘Autosport’ le premió y, brillando en monoplazas, McLaren y Ron Dennis le localizaron para sumarlo al programa de jóvenes. Ganó Fórmula Renault 2.0 británica, Fórmula 3 y GP2. Y Dennis le hizo un sitio junto a su fichaje estrella, Alonso, para la parrilla de 2007. El rookie resultó ser un rival por el título, McLaren no supo gestionarlo y la situación estalló. Como ahora Ferrari.
En 2008 conquistó su primera corona frente a Massa y en casa de Senna, su ídolo. Le señalaron como temerario cuando dejó McLaren por la débil Mercedes de 2013. Se fue de Woking con 21 victorias, ahora ya suma 62. Gracias a Brackley es uno de los más grandes de todos los tiempos.
Madurez Lewis no perdió la calma ante el avance de Vettel y los Ferrari