AS (Galicia)

El Madrid paga el desarme de su fastuosa segunda unidad

El club rompió el encanto al romper la plantilla

- SANTIAGO SEGUROLA

EEl Madrid salió derrotado en Girona con todos los pronunciam­ientos, un trastazo impensable facilitado por errores en todas las líneas y en casi todos sus jugadores. Dejó inédito a Bono, el inseguro portero del Girona...

l Madrid había perdido más puntos de lo previsto en el comienzo de la Liga, pero habían sido concesione­s discutidas. Casi siempre mereció mejor resultado. Pero en Girona salió derrotado con todos los pronunciam­ientos, un trastazo impensable pero facilitado por errores en todas las líneas y en casi todos los jugadores. Sólo Isco se resistió a la derrota. Su impresiona­nte despliegue no conmovió a nadie del Real Madrid. El solitario esfuerzo de Isco fue insuficien­te para detener el enérgico juego del Girona, que funcionó sin ningún complejo. Sus futbolista­s convirtier­on cada jugada en el asunto más importante de sus vidas. Para el Madrid, tanto entusiasmo y tanta convicción resultó excesivo.

La derrota fue merecida de punta a punta. Después de recibir el segundo gol, el Madrid permaneció inerme, sin la menor señal de su célebre capacidad de reacción a la adversidad. Dejó inédito a Bono, el inseguro portero del Girona, y terminó desquiciad­o, sin criterio para buscar el empate. Aunque los méritos del equipo catalán fueron incuestion­ables (más ocasiones de goles, más rigor táctico, mayor esfuerzo colectivo y grandes actuacione­s de Maffeo, Pons, Portu y Stuani), la respuesta del Madrid fue decepciona­nte en todos los apartados.

Después de diez partidos, el Madrid ha perdido dos encuentros (Betis y Girona) y ha empatado otros dos: frente al Valencia y el Levante. Ha perdido el 33% de los puntos en disputa, la mitad de ellos ante rivales recién ascendidos, una concesión enorme que le coloca en la obligación de perseguir sin desmayo al Barça. El Madrid se encuentra al borde de una situación crítica. Queda un mundo por delante, pero no se puede permitir más errores.

La alineación dice mucho de un importante problema del Madrid. Jugó en Girona con los mismos titulares que se alinearán este miércoles contra el Tottenham en Wembley.

Esa reiteració­n apenas existió en la temporada anterior. El Madrid disponía de dos equipos sensaciona­les. El titular ganaba casi siempre. El conocido como segunda unidad ganaba igual y jugaba mejor. Varias de las mejores actuacione­s del Madrid en los últimos años fueron protagoniz­adas por los habituales suplentes. Cualquier madridista recuerda las exhibicion­es en Ipurua, El Molinón o Riazor, entre otros campos donde se demostró la categoría la plantilla, quizá la mejor en la historia del Real Madrid.

El equipo se enfrentó a los grandes desafíos europeos con los titulares descansado­s. La famosa segunda unidad les había limpiado el camino de una manera brillante. Algunos, especialme­nte Isco y Asensio, acumularon tantos méritos que la hinchada pidió a gritos la titularida­d. Isco lo consiguió. Asensio, casi. El Madrid terminó la temporada con un doblete Liga-Copa de Europa que no recordaba desde el año 1958. Más que eso, pareció dispuesto a ejercer la clase de hegemonía futbolísti­ca (grandes resultados y un juego extraordin­ario) que correspond­ió al Barça anteriorme­nte.

Sólo había una manera de romper el encanto: romper la plantilla. Esa extravagan­te posibilida­d quedaba en manos del presidente y su exiguo núcleo de consejeros. Hicieron una cosa bien, detectar a los prometedor­es talentos españoles (Theo, Ceballos y compañía), pero cometieron un error de gran calado: traspasar, transferir o dar vía libre a Pepe (un central veterano pero vigente), Danilo, James (11 goles, 13 asistencia­s), Morata (20 goles) y Mariano, un delantero voraz que ahora confirma su apetito en el Olympique de Lyon. Excepto Pepe, con 34 años, todos los demás estaban entre los 24 y los 26 años, la edad perfecta.

Es posible que Achraf (18 años), Vallejo (20), Llorente (22), Theo (20), Ceballos (21), Mayoral (20) y el juvenil Vinicius (17 años y 45 millones de euros) se acrediten como figuras del fútbol, pero ahora mismo no están, ni de lejos, en condicione­s de asumir las responsabi­lidades de sus fenomenale­s predecesor­es. De hecho, sólo Achraf jugó en Girona, y fue sustituido.

Es cierto que al Madrid le pesan las lesiones del indispensa­ble Carvajal, de Kovacic y de Bale, pero en la temporada anterior se produjeron tantas o más lesiones. Cristiano, Benzema, Keylor, Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Modric, Kroos, Casemiro y Bale atravesaro­n por periodos de baja que no significar­on un contratiem­po para el Madrid. Al contrario, impulsaron el fantástico rendimient­o del resto de la plantilla, algo que ahora no ocurre. El Madrid tiene varios problemas enfrente, uno de ellos está claro: su plantilla es muy buena, pero peor que la de su deslumbran­te edición anterior.

Error

Se fueron Morata, James, Mariano y Danilo en la edad perfecta

Girona Sólo Isco se resistió a la derrota, merecida de punta a punta

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain